En el tercer y último día de repartición de un pedazo del Mazapán más grande del mundo, la fila no cesó y desde temprano, familias completas se dieron cita en el centro tapatío, donde a mitad de semana comenzó a elaborarse el tradicional postre.
Al medio día de este domingo, la fila le daba la vuelta al Teatro Degollado y aunque avanzaba rápido, la gente no dejaba de llegar para recibir el mazapán, elaborado por la empresa jalisciense De la Rosa.
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Evangelina acudió con su familia, dos de sus hijas y sus cinco nietos esperaron alrededor de 40 minutos para recibir cada uno un poco de mazapán. Llevaron sombrillas porque el sol calaba y unas vecinas ya les habían advertido que la espera sería larga.
“Nos gusta el borlote y tenemos toda la semana escuchando eso del mazapán más grande del mundo. Desde chicos nos gustan los mazapanes y ahora a mis hijos también, por eso venimos. Pensamos que íbamos a tardar más, pues el viernes nos dijeron que duraron casi dos horas, pero va rápido”, explicó Aurora, hija de Evangelina, mientras caminaba hacia la entrada de los toldos donde se elaboró el mazapán, justo a espaldas del Teatro Degollado, en la conocida Plaza Fundadores.
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Como ellas, Emmanuel y Laura, padres de dos pequeños también esperaron en la fila alrededor de 40 minutos. Ellos planearon pasar el domingo completo en el centro y en la mañana luego de desayunar, en bicicletas desde la zona de Medrano se fueron al centro, aprovechando la Vía Recreactiva.
Laura les dijo a sus dos pequeños que iban a comer pizza en el centro y después podrían acabarse su mazapán, lo que dijo, es una motivación, pues el postre tapatío “les encanta”, como a la mayoría de personas que viven en Guadalajara y sus alrededores, que no dudaron en darse cita para ser parte del récord mundial y probar el mazapán más grande del mundo, orgullosamente elaborado en Jalisco, “tierra del tequila, del mariachi, de las mujeres hermosas y del mazapán de la rosa”, como decía en las lonas que rodeaban el gigantesco mazapán.