Un encuentro con Ida Vitale

“Para mi caso, la poesía fue la sobrevivida”, mencionó la poeta acerca de la capacidad que tiene la escritura de ayudar a las personas.

Benjamín Torres, colaborador

  · sábado 24 de noviembre de 2018

Foto: Aurelio Magaña

Después de recibir oficialmente el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y Premio Cervantes 2018, la poeta uruguaya Ida Vitale platicó con los asistentes sobre varios temas, entre los que destacaron la poesía, la migración, la cultura, en la Sala de Prensa de la Feria Internacional del Libro.

“Para mi caso, la poesía fue la sobrevivida”, mencionó la poeta acerca de la capacidad que tiene la escritura de ayudar a las personas.

La autora de La luz de esta memoria (1949) y Cada uno en su noche en 1960 habló sobre cómo cambia la escritura conforme pasa el tiempo en el autor.


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“Es difícil levantarse y pensar que uno es distinto y voy a escribir distinto. Lo registra más el lector que el escritor. Uno sospecha pero no se da cuenta. Lo que sí cambian son los temas, la manera de enfocarlos Uno va dudando y cambiando”, comentó.

Sobre su relación con la literatura portuguesa, ya que Portugal es el país anfitrión de este año, destacó: “Pienso que la poesía es de las pocas cosas que puede unir a las personas. La lengua portuguesa me ofreció mucho”.

También manifestó su admiración por los poetas mexicanos Ramón López Velarde, Amado Nervo y Octavio Paz.

Además, se dio tiempo de comentar otros temas más allá de la literatura. Por ejemplo, platicó sobre la migración, los feminicidios, la educación y el gobierno. Consideró que el feminicidio tiene dos responsables: “quien lo comete y las autoridades. Lo tienen que resolver dos instancias: la escuela y el gobierno. Antes la escuela nos enseñaba a ser humanos. La escuela es lo más importante del país y los maestros deben estar mejor formados, y la familia también es importante”.

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Y sobre la situación actual de la migración, no solamente en Centroamérica sino en el mundo, dijo: “No hay una única categoría de exilio y al final superamos la parte mala, nos quedamos con lo positivo. Yo también me exilié dos veces, una en Uruguay y otra en México. A la larga enriquece pero no se lo deseo a nadie.

Para concluir, se le cuestionó sobre cómo recibe este Premio FIl y el Premio Cervantes. De una manera modesta y sencilla respondió que le vienen bien, pero es algo efímero de lo cual se habla en algunos días. Lo importante, subrayó, son los lectores quienes son los que enriquecen la obra.