Por el servicio que da a las miles de pequeñas carnicerías de colonia, el rastro del municipio de Guadalajara difícilmente podría iniciar los trámites para alcanzar la categoría de los llamados Rastros Tipo Inspección Federal (TIF) porque elevaría los costos y con eso encarecerían los productos que salen de estas instalaciones aunque le hacen falta algunas mejoras.

El director del Rastro, Jose Ángel González, detalló que esas instalaciones requieren de una serie de mejoras para volverlo a dejar como nuevo, ya que en los últimos 20 años no se hicieron las inversiones necesarias y en este caso desde la administración municipal pasada se comenzó a resarcir algunas de las carencias.

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Es por eso que ante la longevidad misma de las instalaciones y su desgaste natural lo que se requiere es “actualizar la infraestructura, por eso se hizo la solicitud para que en el 2020 se pueda acceder a esos apoyos para la renovación de maquinaria, los rieles de traslado, cosas muy caras como una despertador a para redes y que cuesta más de tres millones de pesos”.

Es por eso que en este momento se le da el mantenimiento necesario para lograrlo y que al concluir la presente administración se deje las mejores instalaciones, modernas y funcionales. Por todo esto y el servicio a la comunidad, estas instalaciones, desde el punto de vista de su propio director “sería muy difícil lograr un Rastro Tipo Inspección Federal porque sería una inversión muy alta que en determinado momento no iría en el caso de Guadalajara el poder atender a su mercado, recordemos que para ser TIF se necesita cierto tipo de mercado y aquí afortunadamente el rastro municipal de Guadalajara está lleno de carnicerías de barrio y en colonias” populares.

En ese sentido todas estas carnicerías no podrían pagar los costos y absorberlos ya que un Rastro TIF debe tener alrededor del 15% de producción bajo el llamado esquema de alto vacío y eso sube los costos, los cuales no podrían ser pagados por los usuarios de las carnicerías de barrio.

Es decir, prácticamente se acabaría con las carnicerías de barrio si se busca transformar esas instalaciones ya que “al momento que sale la carne del rastro perdería cualquier indicio de TIF, por la forma de transformarla y la idiosincrasia misma del mercado”, el cual no soportaría un producto caro y que prácticamente es de exportación o para tiendas de autoservicio.