La vida social del Centro de Guadalajara, y de otros espacios concurridos de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) comenzó a regresar a la normalidad, el cubrebocas ya quedó guardado para la mayoría de las personas.
A cinco días que, dejó de ser obligatorio en Jalisco; en diversos eventos sociales, festejos y actividades cotidianas, este tipo de prenda que se mantuvo como obligatorio por casi dos años y dos meses poco a poco se queda en casa a pesar de que los contagios del virus Sars-Cov2 continúa, aunque en niveles bajos.
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Este domingo, en el Día del maestro, se observó a las y los maestros durante sus celebraciones y reconocimientos en Expo Guadalajara y en el Teatro Degollado -espacios cerrados-, sin cubrebocas, y en los salones de fiestas se repitió el escenario.
En las mujeres lució el maquillaje y los peinados, y en los hombres, en algunos con bigote arreglado y otros rasurados. El convivió fue diferente, ahora hay abrazos y besos, después de que por 835 días la sociedad vivió alejada de sus seres queridos y usando el cubrebocas.
Mientras que, en el Centro Histórico de Guadalajara en sus cuatro plazas con diferentes actividades: deportivas, VíaRecreativa, plantón de las personas que trabajan en los vertederos, la personas que pregonan la palabra de Dios, de turistas, familias y amigos convivieron sin cubrebocas.
Aquella etapa de sentir a una de las ciudades más concurridas del país en soledad y en donde solo las miradas hablaban o enviaban una saludo, hoy fue diferente, los rostros sonreían y en la mueca de la boca había una explosión de carcajadas.
“Me siento diferente, aunque me acostumbre a traer el cubrebocas hoy me siento libre de mi rostro, aunque no lo dejaré de todo porque en algunas tiendas te lo siguen pidiendo”, señaló Rosalía acompañadas de sus amigas.
El cubrebocas, va dejando de ser la prenda principal para prevenir infecciones respiratorias como Covid-19, pero también, algunos se suman a mantenerlo en lugares cerrados.