Sin respetar del todo la sana distancia o el correcto uso del cubrebocas, cientos de ciudadanos se comienzan a hacer presentes en los diversos panteones de la ciudad de cara al próximo Día de Muertos.
Con una dinámica diferente a la de otros años, precisamente para evitar contagios por Covid-19, desde este fin de semana los camposantos han sido escenario de las múltiples muestras de afecto que ciudadanos han llegado a profesar a seres queridos que ya no están en este plano terrenal.
Chécalo:
Ataúdes hechos de cartón u otros materiales, catrinas, papel picado y flores, sobre todo el tradicional y colorido cempasúchil, es lo que prolifera ya sea en los pasillos o en las mismas tumbas de los cementerios, como una forma de recordar con nostalgia a quienes han partido.
La música en esta ocasión hará falta y algunos ciudadanos no lo han dejado de resentir, sin embargo, por cómo es que el año pasado para estas fechas no tuvieron oportunidad de visitar estos espacios, más de alguno se ha mostrado conforme al menos con poder traer un pequeño presente en compañía de familia.
Pese a que los panteones están operando a un 70% y con grupos de no más de 10 personas, como parte de las medidas sanitarias establecidas por la mesa de salud estatal, el folclor no se pierde y es por ello que muchos, desde ahora, se comienzan a preparar al decorar con esmero las criptas –con la típica ofrenda incluso- en aras de llegar el mero 2 de noviembre como se debe y así pasar un rato en familia.
En las inmediaciones de los panteones la dinámica es similar, al menos con los floristas que se han logrado colocar y que expresaron, en más de una ocasión, su anhelo porque en esta temporada las ventas vayan mejor. Por ello, e incluso para hacer más atractiva la venta, las múltiples coronas, alguno que otro altar y el papel picado en abundancia es lo que se exhibe también de este lado.
Aunque en los camposantos no han faltado las tumbas en mal estado, abandonadas o simplemente acordonadas, lo cierto es que la temporada puede más pues visitantes se internan entre los espacios para llegar a su destino, no obstante, autoridades mantienen operativos permanentes a fin de evitar incidentes que pongan en riesgo a la ciudadanía.
Los panteones, al menos los de Guadalajara, operarán en un horario de 8 a 18 horas. Estos operan a un 70% de su capacidad, con excepción el de Mezquitán que, por los riesgos en la zona de hundimientos, se redujo a un 50%.