El primer partido de la selección nacional se ganó y eso puso felices a los tapatíos, que luego del silbatazo final, siguieron festejando el Día del Padre y el triunfo ante Alemania, algunos incluso en La Minerva.
Las calles de la ciudad lucieron solas. Ni autos, ni camiones se veían por las avenidas principales durante el partido de México y minutos después de concluir. Una de las zonas que mayor congestionamiento vial tiene a diario, incluyendo los fines de semana, es La Normal, donde se realizan obras de la Línea 3 del Tren Ligero que este domingo no trabajaron.
A decir de un vendedor de hamburguesas al carbón justo enfrente de la avenida Ávila Camacho y a pocos metros de la glorieta de La Normal, se conjuntaron varios factores y por eso los trabajadores de la construcción se tomaron el día.
Las pocas personas que transitaban por la zona, muy cerca del centro tapatío, eran en su mayoría aficionados del futbol, muchos de ellos con camisetas verdes, apoyando a la selección mexicana, algunos que acudieron al cine de La Normal a ver el partido. Otros, preguntando en la tienda de Panini sobre las estampas para el álbum del Mundial de Rusia 2018, que por cierto, estaban agotadas y podrían encontrarse hasta el próximo martes.
La Minerva, afamada por los tapatíos para festejos deportivos y hasta políticos, al medio día comenzó a llenarse de aficionados y las autoridades municipales reportaron la presencia de alrededor de 8 mil personas.
Así, la ciudad, que hace unas semanas vivió episodios de inseguridad a causa de la delincuencia organizada y que apenas el domingo pasado se enfrentó a una de las lluvias más intensas de los últimos años, desde las primeras horas de este domingo tuvo varios motivos para festejar.