En otra parte del bar, en las mesas, algunas parejas tienen su propia “fiesta” del placer, algunas mujeres con tacones altos y sólo en lencería, otras con camisones transparentes que dejan ver su figura con todas sus curvas peligrosas, otras con curvas menos peligrosas pero todas acarician a su pareja, la besan, les bailan, hacen poses sugerentes, las llevan al cuarto oscuro en donde cualquiera puede ver lo que sucede, algunos más “recatados” o todavía con algo de pena esperan a que los más aventados se acerquen a las “ventanas” para ser testigos mudos de lo que sucede.
LAS REDES SOCIALES, UN JUEGO DE DOBLE FILO
Pero este ambiente al —igual que el mundo— también evolucionó con la tecnología y ahora las redes sociales, principalmente el twitter, es la plataforma favorita para promocionar para buscar parejas, para buscar al “corneador” como se le llama al single, para encuentros sexuales consensuados, pero también implica un gran riesgo ya que al no ser un lugar cerrado, no se controla a las personas que responden al llamado.
Parejas llegan al matrimonio tras conocerse por redes sociales
Por eso Alex recomienda que sólo se utilicen para conocer de los eventos en los sitios que acostumbran pero hay que “vivirlo de forma real, en los establecimientos que estén en un lugar seguro, en una zona que uno identifique, venir a conocer y tal vez participar, no recomiendo hacer citas a ciegas ni contactos por Internet porque ahí no se tiene el control y hay gente de todo tipo, pero si quieren vivir una experiencia real y tranquila vengan al club”.
MENTE ABIERTA PARA VIVIR LA SEXUALIDAD EN AMBIENTE SWINGER
Estela y Juan (nombres ficticios), una pareja que lleva más de tres años de vivir en este estilo platican la forma en la que se adentraron y de cómo superaron los celos, la ansiedad de ver a su pareja con otra persona, de los límites, los acuerdos de lo que se puede hacer y de cómo la sociedad aún no acepta que se puede vivir libremente la sexualidad.
“Todo surgió a raíz de una publicación de otro lugar y me llamó la atención que decía ‘cuarto oscuro’, me puse a investigar qué era, me quedó la espinita y lo platiqué con mi esposa, le dije hay un lugar en Guadalajara que tienen esto, vamos a ver y fuimos, pero la verdad el lugar era muy feo, como primera experiencia fue para no volver”, relata Juan.
Su vida antes de ser swinger era salir los viernes a comer, al billar, a un restaurante, un bar, pero el destino los volvió a tentar y con otra alternativa, que tampoco les gustó mucho y a la tercera fue la vencida ya que llegaron al SW Club GDL, ahí “la persona que nos recibió fue muy amable, nos explicó cada parte del lugar y ahí nos sentimos más en confianza, pasamos la noche sentados en la mesa, no pasó nada”.
Fue como a los tres meses de que acudían de forma regular que el mismo ambiente erótico, sensual que se vive los hizo romper esa barrera “de pena, de un millón de circunstancias y entramos al cuarto oscuro, fue una experiencia padre para los dos, porque fue algo que no habíamos vivido, como pareja no nos hacía falta pero fue como un ingrediente extra” y ambos sonríen cuando dice “¡está bueno!”
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Estela indica que tienen casi 15 años de casados y entre ellos tuvieron que platicar muchas cosas para que no fuera un conflicto, al principio “hubo celos, es inevitable, por más confianza que le tengas sí dan celos de ambas partes pero hay que saber controlarlos y, si no puedes hacerlo, no eres para este ambiente, hemos conocido parejas de amigos que vienen y después se separaron porque no les gustó lo que sucedió”.
Lo importante para ingresar a este ambiente es tener una intensa plática en donde se fijen los acuerdos, lo que se permite, lo que se busca y “entre él y yo hay reglas en donde dijimos no te permito esto, no te permito lo otro, no salirnos de lo que es el ambiente y nada de mensajitos de que te veo en tal lado, eso no está permitido con los singles, aquí adentro puede pasar lo que sea, pero fuera de aquí nada”.
Pero su modo de vivir la sexualidad no la pueden dar a conocer públicamente ya que las reglas sociales aún castigan esta forma de expresarse, incluso ni entre sus familiares lo han mencionado, no por temor a que sean rechazados o sean catalogados de promiscuos o de depravados, sino para que no afecte a sus hijos, quienes por cierto tampoco saben de los gustos de ellos.
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“De la familia nadie lo sabe porque ya sabes, lo ven como pervertidos, cochinos, pero llega un momento que ya no venimos tanto por lo sexual, sino por el ambiente, la convivencia y amistad que hicimos con otras parejas y si se llega a dar algo más pues bien, sino, no hay problema. A los amigos de aquí los vemos ya con los hijos, en un ambiente más familiar” pero no lo saben.
De las redes sociales no recomiendan tampoco que se lleven a cabo encuentros porque “es un arma de dos filos, puedes conocer mucha gente buena onda, como puedes conocer cada persona que no sabemos nada, en nuestro caso la regla es no conocer a nadie fuera del club, porque con la plática vemos el tipo de persona que es porque hay quienes confunden el ambiente con el libertinaje”.
Conoce más...
* El corneador es “precisamente un soltero que participa en la pareja y el cornudo es el que permite que su pareja con su consentimiento tenga sexo con el tercero invitado, en vez de que la pareja se vaya sola y haga alusión tal vez a una infidelidad.
* En Guadalajara hay alrededor de cinco a seis establecimientos de este giro, no todos con las mismas características e infraestructura, no existe ninguna asociación, pero en la Ciudad de México sí hay, y el SW Club GDL forma parte de esa Asociación a Nivel Nacional.
* La CDMX es la número uno en este ambiente por la cantidad de personas que habitan y en segundo lugar es Guadalajara, ni siquiera en Jalisco porque no hay en otros municipios y ni siquiera en Puerto Vallarta a pesar de que es una de las ciudades turísticas más importantes.
Hubo celos, es inevitable, pero hay que saber controlarlos