“La otra parte a superar es la brecha de desigualdad económica que ha existido para las mujeres y porque también pueden acceder a mejores condiciones laborales. Tradicionalmente las mujeres están como en sectores, un poco que no tienen prestaciones un sector comercio y con esto pues obviamente ellos tienen mayor autonomía económica”, explicó la entrevistada.
Le puedes agregar este nombre después de la entrevistada Joselyn Delgado Miranda, especialista en política pública y economía por parte de la empresa World Resources Institute (WRI) México. Ellos ganan más recursos, porque tienen más oportunidades de hacer horas extras; en cambio ellas cumplen cabalmente con su horario laboral y tienen que regresar a casa para seguir con sus labores propias del hogar, además de atender a sus hijos “y eso pues es una obligación que a ellas se les etiqueta, no que se les adjudique”.
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La encuesta reveló que alrededor del 56 por ciento de las mujeres entrevistadas son jefas de familia y el 84 por ciento de ellas tienen hijos, el 45 por ciento de ellas con hijos en edad escolar, es decir, entre 12 años o menos.
“Entonces muchas de las actividades que ellas realizan incluso sus horarios laborales tratan de adecuarlos a las actividades de cuidado que tienen que realizar como estar con sus hijos o los horarios escolares para poder tener compatibilidad con con estas actividades; sin embargo, el poder entrar labores formalizadas como es en este caso también les permite a ellas tener como mayor control de los horarios laborales que en otras actividades informales no podían tenerlo”, dijo Joselyn Delgado Miranda, de la empresa World Resources Institute (WRI) México.
Hoy creen que el modelo de Jalisco se puede extender por toda la República Mexicana y que junto con el de Colombia y Chile, pueden extenderse y replicarse en otras ciudades por toda América Latina.
“Algo interesante que encontramos en los hallazgos del estudio es que la percepción de las mujeres nos compartían, de que ellas ahora se sienten como con capacidad de entrar en sectores que normalmente eran para ellos y se consideraban masculinizados, pero también eso se extiende a sus hermanas e hijas, de que pueden dedicarse a esas mismas actividades y es evidente que esas políticas, que surgen desde los gobiernos, están teniendo impacto social”, dijo.
Se está entonces rompiendo el muro, superando la brecha y destrozando estereotipos, y aunque hay muchos retos aún por vencer, mientras exista voluntad y políticas públicas, ellas podrán seguir penetrando en sectores, altamente masculinizados, como ya se ve en cuerpos de seguridad, de rescate y de combate a incendios e incluso de tipo forestal. El doble reto, terminó explicando, lo podemos encontrar en las propias empresas privadas, donde eso puede causar como cierta resistencia, pero también atestiguan de manera tangible los beneficios que pudieran tener.