Solitario el Centro Histórico de Guadalajara

Zonas usualmente concurridas se vieron solas este lunes, ante la gran cantidad de negocios que de plano no abrieron sus puertas

Elizabeth Ríos | El Occidental

  · miércoles 1 de enero de 2020

Foto. Antonio Miramontes

Un nuevo año comenzó y los estragos de los festejos no se hicieron esperar en la ciudad, por cómo la mayoría de sus calles se vieron vacías o con muy poca afluencia de tapatíos.

Zonas usualmente concurridas se vieron solas este lunes, ante la gran cantidad de negocios que de plano no abrieron sus puertas, aprovechando el día de asueto a propósito del nuevo año.

Si bien algunos puestos de comida -como los de comida china o de cadenas comerciales-, alguna que otra zapatería, o tiendas de artículos varios se animaron a abrir sus puertas, unos más tarde que otros, al final fueron pocos los comercios que en realidad registraron ventas o afluencia alguna.

Las iglesias de la zona prestaron misa a mediodía, sin embargo, la asistencia en varias parroquias también fue menor, por lo que ni la devoción pudo más contra los festejos que ocasionaron que muchos mejor se quedaran en casa.

Parte del panorama lo suscitó que mercados, como el Corona o los de alrededor del centro, decidieron tomarse un descanso por las festividades de fin de año, lo que originó también que aquellos pocos que se animaron a visitar la zona, lo hicieran por periodos cortos de tiempo, por temor también a no alcanzar el servicio del transporte público, el cual también se vio disminuido este lunes.

“Los 644 han tardado un poco. Aquí puedes ver, siempre sale un camión tras otro en día normal, y ahorita parece domingo por la noche porque son contados; ya tenemos un rato esperando el Jauja, entonces, creo que hoy el servicio va a ser menor que otros días”, platicó Karla.

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Las calles en diferentes colonias tampoco fueron la excepción, pues entre la basura acumulada en algunas esquinas, en realidad fueron pocos los ciudadanos que se dejaron ver, salvo para ir a la tienda o limpiar parte de los estragos generados por las fiestas del fin de año.

Foto. Elizabeth Ríos