Las Nueve Esquinas es el espacio donde se defiende la tradición tapatía a través de su gastronomía, la convivencia y la conservación de un espacio que lleva dos siglos negándose a ser aspirado por la modernidad; no hay grandes edificios, sino fincas de fachada antigua y tipo fondas donde resalta el olor a birria. Al fondo el mariachi resuena conforme cae la tarde y toca solo para turistas. La zona que conecta el Centro de Guadalajara con el tradicional barrio de Mexicaltzingo lleva dos intervenciones gubernamentales,
Se mantienen como un rincón en el bullicio y la contaminación del Centro de Guadalajara las llamadas Nueve Esquinas de Guadalajara; son el oasis en el desierto, el punto cero de la tradición tapatía donde aún huele a birria mexicana que invita a sentarse en los restaurantes de la zona; asume los colores de las pitayas que se venden en puestos callejeros durante esta fecha, pero además visualmente deja entre ver fachadas tradicionales, la arquitectura tapatía, sus imprentas familiares que nacieron en los siglos XVIII y XIX que hoy imprimen facturas y tarjetas de presentación, pero entonces eran parte esencial del espacio en donde llegaban los arrieros para descansar, comer y divertirse, leyendo algunas ediciones.
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Desde ese entonces Las Nueve Esquinas comenzaron a tomar su identidad por la gastronomía que los conocedores de buen diente aseguran que en este lugar se comenzó a vender la mejor birria de Guadalajara y una de ellas es la de”El Paisano”, que según su actual encargado Enrique González Villarreal, quinta generación del negocio, fue la primera en instalarse desde 1930. Han transcurrido 93 años desde que Basilio Hernández originario de Zacoalco de Torres acudía a vender a este punto el tradicional platillo de chivo con consomé y al encontrarse en el tren con personas de su comunidad y nombrarse “paisanos” así decidió llamar a su birriería sin pensar que por décadas sería una de las más reconocidas del lugar.
Tras encontrar en el antiguo paso del barrio de Mexicaltzingo hoy conocido como las Nueve Esquinas una oportunidad para sobresalir, otros emprendedores apostaron por instalar nuevos giros como cantinas y sin pensarlo al poco tiempo la birriería de “El Paisano” se encontró rodeada por “El Fausto, La Máquina Loca, La Peseta” y otras que no aguantaron el paso de los años y se terminaron por convertir también en birrierías.
El sazón de la birria que se vende en estos restaurantes ha sido tan reconocido que en sus paredes se visualizan fotografías de artistas, comediantes y deportistas como Chabelo, José José, Guillermo Ochoa, Irma Serrano y demás que acudieron a degustar un buen plato de birria de chivo. Según Enrique González su abuelo (Basilio) le contó que el origen de Las Nueve Esquinas nació porque en el lugar existían ríos y que cuando se comenzó a pavimentar a los costados de la plazoleta se formaron 9 calles que bautizaron como esquinas y se ahí se adoptó el popular nombre. Como esta, existen varias historias del popular origen de Las Nueve Esquinas de Guadalajara, aunque lo cierto es que la Pitaya también le ha dado un valioso impulso para su posicionamiento. Si bien es cierto este lugar es uno de los sitios emblemáticos del Centro Histórico de Guadalajara pues aunque otros espacios populares han obtenido un cambio para las nuevas generaciones, Las Nueve Esquinas mantiene su esencia pese a ser un lugar con pocos reflectores.
“Sí le hace falta todavía mucha proyección como de alguna galería, algún concierto que haga que la gente venga", dijo Enrique González, comerciante.