Es centralismo del siglo pasado el senador por Jalisco, Clemente Castañeda, cuestionó severamente la reforma de ley que presentó la bancada de Morena y fue aprobada por “aplanadora”, atribuyéndole facultades sobre temas de seguridad a los Superdelegados estatales.
Criticaron que “restaura el presidencialismo y el centralismo del siglo pasado con la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF) que aprobó Morena con su abrumadora mayoría. Clemente Castañeda dijo que está hecha para concentrar el poder, para invadir otras esferas de gobierno y para restaurar modelos de control político del siglo pasado, expresó el Senador de Jalisco, Clemente Castañeda.
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“Este proyecto de reforma representa la puesta en marcha de un proyecto de restauración del hiperpresidencialismo, del centralismo y la concentración del poder, y por ello, desde Movimiento Ciudadano no podemos acompañarla”, puntualizó Castañeda, presidente de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana.
La reforma que se aprobó en la Cámara de Diputados con la mayoría de Morena, tiene dos pilares que vulneran la naturaleza del Estado mexicano y que representan una regresión institucional, sostuvo Clemente Castañeda:
1. Está basada en la verticalidad y la concentración del poder. Así lo acreditan los cambios propuestos a las atribuciones de la Oficina de la Presidencia, la constitución de una renovada Secretaría de Seguridad Pública, que emula los modelos de policía política de los setentas, con atribuciones abigarradas en materia de seguridad nacional, inteligencia y espionaje; y la Secretaría de Hacienda, que tendría atribuciones sin contrapesos en el proceso de adquisiciones, desdibujando a la Secretaría de la Función Pública y toda la política de combate a la corrupción. “Los riesgos de esta concentración del poder radican en que se abre paso a una permanente tentación autoritaria”, puntualizó Castañeda, vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.
2. Atropella al pacto federal. Los “súperdelegados” pretenden posicionarse como una estructura de control político dentro de las entidades federativas, absorber funciones de seguridad pública por encima de las atribuciones constitucionales de los gobiernos locales, y que están empapadas de un contenido electoral y partidita al ser potencialmente encabezadas por ex candidatos o futuros candidatos a gobernador.
Detrás de esta reforma, sin ocultarse mucho, se aloja una pretensión centralista que amenaza con minar el pacto federal, con impedir la consolidación de verdaderos esquemas de coordinación y cooperación entre los tres órdenes de gobierno
Clemente Castañeda
La reforma tiene otras deficiencias que no se pueden dejar de señalar, como la errónea conceptualización de atribuciones concurrentes entre la Secretaría de Gobernación y la de Seguridad Pública, particularmente, las que atañen al tema penitenciario y de reinserción social, por mencionar sólo algunas.
No podemos ver la reforma a la LOAPF como un instrumento aislado, dijo Clemente Castañeda, a ella se suma la creación de una Fiscalía General no autónoma y sometida al control político y la propuesta de Guardia Nacional que desnaturaliza la función de seguridad pública, entre otras.
“Como legisladores, como mexicanos, queremos que le vaya bien a México con el próximo gobierno, pero no creemos que una reforma hecha para concentrar el poder, para invadir otras esferas de gobierno y para restaurar modelos de control político del siglo pasado, le sirvan a México”, finalizó el Senador de Jalisco.