Un llamado a las autoridades estatales que están por concluir su periodo y a las que iniciarán en diciembre próximo un nuevo sexenio, hicieron habitantes de los alrededores de la cuenca del Lerma-Chapala-Santiago, pues afirman que por cuatro décadas han sido ignorados y la gente se sigue muriendo de enfermedades renales, pulmonares y cáncer a causa de la contaminación del agua.

“Ellos creen que la gente se está enfermando porque toman refresco y eso no es cierto, lo cierto es que hay una contaminación muy grande en las aguas por tanto desecho tóxico que arrojan las empresas en los corredores industriales de estos lugares”, explicó Gabriel García, miembro del Movimiento para el Saneamiento de las Aguas del Estado de Jalisco.

Afirmó que hay más de 890 mil enfermos de problemas renales, pulmonares y de cáncer y sólo la semana pasada se registró el deceso de tres personas de poblados aledaños al lago de Chapala. “Tenemos un problema muy grave, que por la contaminación que existe en estos lugares de la cuenca del Lerma-Chapala-Santiago la gente se nos está muriendo”.

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Agregó que el 60% del agua que recibe Guadalajara y su área metropolitana es de Chapala y está contaminada, por lo que invitó a los habitantes de municipios metropolitanos a ser solidarios y unirse al movimiento. “Urge que tomen acciones, que levanten la voz, porque no es lo mismo que grite uno solo a que griten mil voces”.

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A la movilización que comenzó en el Parque Revolución, en el corazón de Guadalajara, asistieron habitantes de Poncitlán, Mezcala, Atotonilquillo, San Pedro Itzicán, El Salto, Juanacatlán, quienes además pidieron atender la contaminación de las presas Valencia, Las Pintas y El Ahogado, así como la laguna de Cajititlán.