Ante estudiantes de la Universidad de Columbia en Nueva York, el senador de Jalisco por Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda habló de la reformas electorales y de los cuatro años de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador y dijo que se corte el riesgo de una regresión democrática.
“Lo que ha ocurrido en los últimos cuatro años y medio, cinco años, es un desmantelamiento de las instituciones democráticas, la polarización permanente del país y se corre el riesgo de una regresión de carácter autoritario, evidentemente, todo esto lo vamos a ver en el 2024 con la prueba de fuego del proceso electoral más grande del que se tenga memoria en la historia moderna de México”, dijo también ante legisladores del país del norte.
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Clemente Castañeda dijo que el próximo2024 se podría tener “una autoridad electoral sumamente mermada en términos de su funcionamiento y presupuestal, incluso en términos de su capacidad institucional, y con un Presidente de la República que en alianza con los militares pone en riesgo la estabilidad democrática de México”.
Está situación la consideró complicada si es que desde las instituciones no se garantiza la certeza de que los votos de los ciudadanos se van a “contar de manera adecuada y no hay contrapesos institucionales al ejercicio de poder tenemos un riesgo”.
Invitado por la Asociación de Alumnos Mexicanos de Columbia, habló de lo que define el momento político del país y desde su punto de vista, se tiene una polarización y crispación social que son impulsados desde el mismo poder federal y eso -dijo- debilita a las instituciones encargadas de organizar el próximo proceso, pero también se tiene un rompimiento del diálogo con los académicos, organizaciones sociales y otros actores civiles”.
También dijo que el riesgo son las amenazas que se emiten a las instituciones democráticas, poco contrapeso desde el Poder Legislativo, presiones y amenazas al Poder Judicial, captura de órganos autónomos y la imposición del Plan B.
Todo esto se enmarca en una estrategia “fallida de seguridad” y en donde se tiene un “mayor despliegue militar, pasamos de 52 mil militares desplegados a finales del 2012 a casi 150 mil durante la presente administración, se triplicaron los homicidios, pasando de un promedio anual de 10 mil en 2006 a casi 40 mil anuales en la actualidad”, entre otras situaciones.
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Planteó al menos cinco riesgos que ya se hacen notar como que la militarización aumenta la violencia y no funciona para recuperar la paz; socava los esfuerzos por fortalecer las instituciones de seguridad pública, rompe el equilibrio de poderes y vulnera a las propias Fuerzas Armadas.