Para Enrique Serna fue “un desafío interesante” adentrarse a la vida de Carlos Denegri, en su libro El vendedor del silencio, donde entrelazó la vida pública y el aspecto íntimo de este personaje, considerado como el periodista más influyente de la mitad del siglo XX..
“Era un hombre intoxicado de poder”, expresó el autor en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), al presentar esta publicación de editorial Alfaguara, acompañado del también escritor Xavier Velasco quien comentó que este libro de gran volumen, lo leyó en tres días.
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Ambos autores, ante una audiencia atenta que llenó el salón en el cual se comentó dicho ejemplar, leyeron un fragmento del mismo, donde se destacó el carácter de quien fue catalogado por Julio Scherer como “El mejor y el más vil de los periodistas”, pero Serna, va más allá en el interior del ser humano que tenía el poder de “vender su silencio”.
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El escritor, quien ya había hecho un ejercicio novelístico con un personaje histórico como Antonio López de Santana en El seductor de la Patria, afirmó que Denigri, no obstante ser un hombre infectado de poder, tanto en su faceta de periodista como en su vida íntima, tenía fuertes debilidades que lo llevaron al “despeñadero”. En 1970 fue asesinado por su última esposa, Linda Denegri.
Así, Enrique Serna construye una historia a la que vierte ficción, pero también realidad en la que “tenía que realizar la reconstrucción de época lo más apegada posible”, manifestó y muchas de las anécdotas que se cuentan en El vendedor del silencio, son fidedignas, aclaró, porque algunas, el protagonista las realizó con testigos de por medio.
También, a quien se califica como un columnista político que sobresalió por su falta de escrúpulos, estuvo involucrado con personajes de la época 1950, 1960 (murió el primero de enero de 1970), como Jacobo Zabludoswki, quien en ocasiones lo nombrara una de sus influencias periodística y con Salvador Novo, cuya obra de teatro Ocho columnas se dice está inspirada en el propio Denegri.