“Angustiado, nervioso, con demasiada incertidumbre y hasta impotente, porque a donde volteas no hay mucho que hacer”, es como se siente Gerardo Robles López, propietario del que fuera el Mesón Providencia, que de manera definitiva cerró sus puertas en medio de la pandemia por Covid-19.
“Es preocupante esta situación, el patrimonio de muchas personas se nos viene abajo, de muchos años de estar trabajando, por situaciones completamente ajenas a nosotros, que por más que tomes decisiones no las puedes revertir y lo peor de todo es el no saber hasta cuándo va a ser”, explicó el joven.
Su restaurante, que por más de seis años fue uno de los preferidos de comensales en la zona de Providencia, ahora ya tiene el mobiliario desmontado y la vida que lo caracterizaba, se apagó con el cierre definitivo, que además dejó sin empleo a 36 personas.
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El 20 de marzo tomó la decisión de cerrar. La hizo horas antes de que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro llamara a los ciudadanos a permanecer en casa para evitar contagios del nuevo coronavirus, apenas tres días después de que en el estado se decidiera que los restaurantes debían reducir su aforo a un 75%.
“Ya veníamos con días muy malos, con promedio de 15 comensales, cuando antes teníamos 140 comensales… En nuestro caso, que es un restaurante bufet, los insumos y el manejo de los alimentos se vuelve mucho más complicado, porque comparten las mismas cucharas con que se sirven los alimentos, porque hay ciertos alimentos que están expuestos a la intemperie y el intentar continuar abiertos por esta temporada representaba muchos problemas, porque para nosotros es lo mismo producir para una persona, que para 120 o 130 personas, es un panorama distinto a los restaurantes a la carta”.
Al inicio de la pandemia la decisión era un cierre temporal. “Liquidamos al personal, con la consideración de que si esto pronto se resolvía, volvíamos a empezar de cero, pero ya llevamos más de tres semanas y no se ve para cuándo pueda esto volver a la normalidad”, por lo que está pensando en un traspaso del negocio, e incluso en rematar el mobiliario para poder cumplir con sus obligaciones, como el pago de la renta del local donde estuvo establecido su restaurante.
Entre sus colaboradores estaba Zarahy, una joven madre soltera que se desempeñaba como mesera y se sorprendió con la noticia del cierre definitivo. “Cuando empezó toda esta situación empezó a haber menos gente, menos dinero, pero todos creíamos que era una situación pasajera y ya se está alargando mucho”.
Su esperanza ahora es que pronto le resuelvan de un nuevo empleo en una farmacia donde ya entregó solicitud, pues su hija de tres años depende de ella, al igual que la señora Tere, que se encargaba de la limpieza en el Mesón, de quien dependen tres de sus cuatro hijas y que ahora aspira a algún apoyo de de gobierno, mientras la situación se regulariza y encuentra otro empleo. “A veces me siento tranquila, pero a veces me siento nerviosa, porque andamos al día”, relató la mujer.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), en Jalisco cerrarían de manera definitiva entre 3 mil 500 y 5 mil restaurantes a causa de la pandemia por Covid-19.