Con una misa a la que acudieron sus hijos, nietos y amigos empresarios, se recordó a Jesús Michel González, fundador de Dulces de la Rosa a cuatro décadas de su fallecimiento.
La ceremonia se realizó en el Expiatorio, uno de los templos más exclusivos de la ciudad y también se dieron cita cientos de empleados de la compañía dulcera que se ha ganado el cariño de los tapatíos.
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Durante la homilía, el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, recordó que este 2 de febrero, conocido como Día de la Candelaria, también se cumple la cuarentena del nacimiento del hijo de Dios y es un día de fiesta.
“Dios nos ilumina porque está vivo y presente, pero al mismo tiempo nosotros salimos a su encuentro con la luz de la fe… Es un eco palpable del misterio de la Navidad, hace cuarenta días celebramos la Navidad y con esta celebración hacemos el recuerdo electo del Dios hecho hombre”.
En memoria de su padre, el empresario Enrique Miguel Velasco se refirió a él como una persona sumamente trabajadora a quien recordará por su tenacidad y su buen corazón, sobre todo en beneficio de los más necesitados.
La familia Michel se conformó por catorce hermanos y para todos, dijo, su padre “fue un maestro para que tengamos una forma de ver la vida y de hacer actos en bien de la sociedad”.
Recordó que siempre estuvo al frente de fábricas apoyando a personas con necesidades, como El Buen Pastor a donde llevaban material para hacer mazapanes y la fábrica de cajitas en la colonia Del Fresno.
“Con gripe, sin gripe, como fuera iba a trabajar diario. Era una cosa muy bonita de él, no podíamos nosotros hacernos la pinta, nos enseñó a trabajar, a cuidar el dinero y a invertir las ganancias”.
El señor Jesús Michel González falleció a la edad de 73 años y su legado es una de las empresas dulceras más relevantes del país, Dulces de la Rosa.