A ocho días del fallecimiento del ex rector Raúl Padilla López, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, se enfrascaron en una serie de mensajes y cartas cargados de la intención de restablecer el diálogo y dejar atrás las diferencias; el primero envió un documento donde dijo que respeta la autonomía universitaria y que su intención no es controlarla, pero impuso condiciones y mostró su molestia por la participación de la máxima casa de estudios en la creación de un partido (Hagamos); lo que negó el hoy líder universitario, quien aclaró que ahí caben todas las corrientes del pensamiento y refrendó: “considero que es momento de concentrarnos en las coincidencias por encima de las diferencias” y dejó abierta la puerta a ese encuentro.
El domingo 02 de abril el licenciado Raúl Padilla, líder moral de la Universidad de Guadalajara, fue encontrado sin vida en su domicilio. Enrique Alfaro lo había señalado como la causa de su alejamiento de la Universidad de Guadalajara.
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Hoy mandó un documento que inicia diciendo: “A propósito de los recientes acontecimientos, reiteró mi disposición total para que, en un marco de absoluto respeto institucional, sin presiones de ninguna índole, retomemos el diálogo entre las autoridades universitarias y el Gobierno del Estado de Jalisco. Un diálogo sustentado en el respeto a la autonomía universitaria en donde, al mismo tiempo, privilegiemos el bien común para nuestro estado”.
Ricardo Villanueva, rector de la UdeG, respondió dos horas después: “Siempre he creído que el diálogo es como un vaso con agua, nunca se le debe negar a nadie. Desde siempre, mi postura como rector ha sido la de que dos instituciones tan importantes como la Universidad de Guadalajara y el Gobierno de Jalisco deben mantener un diálogo franco, de cara a la sociedad y trabajar juntos por el bien de las y los jaliscienses”.
Alfaro dejó entrever su molestia porque la UdeG haya impulsado la creación del partido Hagamos: “Dicho de otra manera, la formación de partidos políticos, la búsqueda de espacios de fluencia en los poderes públicos y el uso de la comunidad universitaria para atender agendas particulares, no pueden formar parte de sus funciones sustantivas. Por el contrario, los esfuerzos y los recursos universitarios deben orientarse exclusivamente a su fortalecimiento institucional”.
Y Villanueva Lomelí le respondió: “Aunque no comparto plenamente algunas de las ideas plasmadas en el comunicado del Gobernador, considero que es momento de concentrarnos en las coincidencias por encima de las diferencias. Eso es lo que habilita un diálogo constructivo. Por ello, celebro la apertura del Gobernador para que se retome la comunicación entre ambas instituciones”.
Enseguida aclaró: “En nuestras aulas se ejerce el pensamiento crítico y caben todas las corrientes de pensamiento. La pluralidad de las ideas se traduce en diversidad política y muchos de nuestros egresados están presentes en las diversas expresiones políticas y de la vida pública. No obstante, la UdeG como institución no participa ni busca participar en ninguna de estas expresiones”.
Reiteró el rector universitario que “Celebro que acepte que no puede haber diálogo sin un total respeto a la autonomía universitaria, que además de libertad de cátedra y de investigación es de autogobierno e implica la capacidad y la responsabilidad de emitir opiniones con base en evidencia científica sobre los asuntos públicos. Coincido en que se deben retomar los trabajos para que, con el esfuerzo de ambas instituciones, se generen las condiciones que nos permitan cumplir cabalmente con las funciones sustantivas de la Universidad”.
Y refrendó: “Somos la Universidad Pública de Jalisco. Una institución moderna, innovadora y de alta calidad; considerada la mejor universidad pública estatal de México y una de las mejores de América Latina. Nuestra convicción es muy clara: formar jóvenes bajo los estándares más altos, acompañado de una sólida formación ética. Así lo hemos hecho hasta ahora y esa seguirá siendo nuestra única misión”.
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Dejó en claro que “la Universidad de Guadalajara es patrimonio de las y los jaliscienses debido a que cumple con creces sus funciones sustantivas. Año con año, somos punta de lanza en todos los indicadores de calidad en México. Tanto en Jalisco como en nuestra universidad tenemos muchos retos por delante, por eso nos sumamos a la disposición al diálogo, porque ello nos permitirá seguir cumpliendo con un objetivo común de ambas instituciones: hacer de Jalisco un mejor lugar para vivir”.
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