Como una falta de respeto a creyentes católicos, consideró el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega la parodia de La Última Cena en la inauguración de los Juegos Olímpicos.
“Una situación muy penosa, muy triste, muy ofensiva para nuestra fe cristiana, puesto que se trata la representación para nosotros del sacramento más grande de nuestra fe, La Última Cena en la que Jesús nos heredó su presencia amorosa para siempre”.
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El cardenal tapatío dio su postura luego de terminar la misa de 12 de este domingo en la Catedral de Guadalajara, donde cientos de creyentes acudieron a la celebración eucarística.
“Es un signo de falta de respeto muy profundo y muy grande a nuestra fe cristiana, pero tratando de explicarnos de dónde procede, procede de un mundo que supone que Dios ya no existe, que Dios y muerto y cuando Dios para ellos no existe cualquiera puede ostentarse como Dios”.
Bajo esa creencia, dijo, cada individuo es Dios de su vida, de sus decisiones, de su forma de vivir, de su moral, de su manera de pensar “y de no respetar a nadie, cada uno es Dios”.
“Es una ocasión para que nosotros cristianos valoremos el gran tesoro de la fe cristiana y que tengamos en cuenta a hermanos y hermanas que por cualquier motivo ya no tienen esa fe, que las encomendemos y sobre todo que con nuestra vida las atraigamos a la vida de la fe en Jesucristo”.
La escena junto al emblemático río Sena en París recreó la escena bíblica de Jesús y sus doce apóstoles un día antes de su muerte, la cual fue criticada también por la religión católica francesa.
“Ojalá que quienes hicieron esto, porque se ve que lo hicieron con toda la intención, ojalá que recapaciten tan solo en el respeto, ya no digamos en algo más, sino en que tienen que respetar todas las religiones, todas las opciones de fe que libremente el mundo profesa”.
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