Tras los recortes presupuestales que se vislumbran a nivel federal para el siguiente año y que pegará a administraciones estatales y municipales, Ismael del Toro Castro, alcalde de Guadalajara, señaló que en el municipio el tema de seguridad se vería afectado en al menos un treinta por ciento.

Luego de la manifestación de alcaldes del PAN, PRD y PRI el martes pasado a las afueras de Palacio Nacional, por el mismo tema, el emecista refirió que, si bien no se contempla hacer un mismo frente como el de Ciudad de México, sí continuarán con las gestiones necesarias a fin de solicitar mayores recursos para el municipio.

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"Nosotros estamos haciendo nuestra ruta de gestión. Me parece que tenemos que ser condescendientes con la forma en que nos han atendido en el tema de gestión de recursos adicionales para Línea 3, la visita del secretario de Hacienda, son rutas tendientes a lo mismo por formas diferentes, y nosotros vamos a seguir en la misma ruta de gestionar por la vía institucional".

Si bien existe cerrazón por parte del Congreso de la Unión para que alcaldes en general gestionen mayores recursos, del Toro Castro dijo que con el secretario de Hacienda están trabajando con la expectativa de mil 900 millones de pesos, por lo que quedarán a la espera de obtener resultados favorables, pues rubros como los de seguridad sufrían mayor impacto.

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"Son diferentes bolsas o en suma son casi mil 900 millones de pesos. Tenemos recorte de las bolsas de seguridad pública más o menos en un treinta por ciento, esa la estamos gestionando directamente con Secretaría de Seguridad, tenemos el compromiso de que se pueda restablecer ese recurso perdido en el último año, entonces, nosotros estamos en nuestra ruta de hacer gestión".

Aseguró que, si alguno de los proyectos prioritarios se viera afectado por los recortes federales, éstos no quedarán desprotegidos pues se gestionarán con recursos propios municipales y estatales.

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Por otro lado, lamentó el desalojo con gas lacrimógeno que sufrieron alcaldes en Palacio Nacional. Dijo que el actuar en su contra no fue el más adecuado, más cuando los munícipes acudieron a gestionar y reclamar los derechos de los ciudadanos a los que representan.

"Yo creo que no es la forma correcta, no vi ningún acto fuera de lugar por parte de los alcaldes como para que tuvieran esa reacción. Siempre digo que hay que acostumbrarnos a las nuevas reglas, pero me parece que esta sí está fuera un poco de la normalidad: los alcaldes tenemos que hacer gestión presupuestal, y yo iría más por una discusión más de fondo sobre el respeto a la autonomía de los municipios".