Al recordar los 318 años del natalicio de Fray Antonio Alcalde y Barriga, autoridades de Guadalajara, estatales y religiosas recordaron el legado que dejó este fraile dominico a la ciudad y que aún genera beneficios para la ciudad tal es el caso de los hospitales civiles y la Universidad de Guadalajara, por lo que señalaron que debe seguir difundiéndose en el futuro inmediato y que el Paseo Alcalde será parte de los homenajes en su honor.
El presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, señaló que los festejos de los 477 años de la fundación de Guadalajara “nos invitan a reflexionar que nuestra ciudad no sería la metrópoli que es hoy sin la generosidad de quién es considerado su gran benefactor, fray Antonio Alcalde y Barriga” quien llegó a Guadalajara el 12 de diciembre de 1771 “asumiendo a sus 70 años el cargo de obispo de la Diócesis de Guadalajara en la entonces provincia de la Nueva Galicia”.
Al pie de la estatua de Fray Antonio Alcalde en la rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en donde se hizo una guardia de honor, Del Toro Castro, destacó el legado y la historia que dejó para la ciudad “a través de su imperecedera obra edificada como la Universidad de Guadalajara y el Hospital Civil, instituciones que desde entonces han transformado significativamente la vida de innumerables generaciones de tapatíos y de jaliscienses en el ámbito de la educación y la salud".
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Dijo que fue reconocido como un hombre a la vez sensible y activo, poseedor de una solidaridad social extraordinaria, prueba de ello son las importantes gestiones y cuantiosos donativos destinados para la realización de obras altruistas, además fue precursor de la asistencia social en Jalisco y “hoy uno de los espacios públicos más emblemáticos de Guadalajara porta su nombre, este Paseo Fray Antonio Alcalde, espacio que se ha convertido en un punto de encuentro y convivencia en el que los tapatíos de todas las edades se reencuentren como comunidad, en un recorrido acorde al perfil humanista de nuestro obispo honoríficamente tapatío, este día en el Marco del 318 aniversario de su natalicio y a ver a 227 años de su muerte la magnitud de su bondadoso legado lo mantiene presente en la memoria de todos los tapatíos custodiando nuestra ciudad desde la Rotonda de los Jalicientes Ilustres en compañía de las hijas y los hijos predilectos de esta noble tierra”.
Mientras que el director de los Hospitales Civiles, Héctor Raúl Pérez Gómez, señaló que ese nosocomio fue una de las grandes obras del obispo y que a la fecha continúa dando beneficios no sólo a los jaliscienses sino a los habitantes de la región y prueba de ello son los servicios que se dan cada año.
“Cada año hospitalizamos a 77 mil personas, les brindamos consulta a alrededor de 700 mil personas, nacen con nosotros cerca de 14 mil niños, realizamos aproximadamente 40 mil procedimientos quirúrgicos; solamente esos cuatro datos nos dan una idea de la magnitud de la institución que es herencia del Fraile de la calavera, pero además de las tareas asistenciales que tiene el Hospital Civil de Guadalajara habría que destacar dos que son también fundamentales en el Hospital Civil de Guadalajara se forman los profesionales de la salud particular en 52 disciplinas que en el futuro habrán de dar satisfacción a las necesidades que tiene la ciudad”.