Luego de haber cerrado sus puertas durante los últimos seis años, debido a las afectaciones que sufrió por las obras de la Línea 3 del Tren Eléctrico, este sábado el templo de San Francisco de Asís, en pleno Centro Histórico de Guadalajara, reabrió finalmente sus puertas a la ciudadanía.
La apertura oficial se dio luego de la celebración litúrgica que se realizó a mediodía, por lo que estará habilitado justo a tiempo para el Viernes de Dolores como parte del recorrido de los Siete Templos que se lleva a cabo durante esta época del año.
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Este templo, junto con el de Nuestra Señora de Aranzazú, conforman la zona del centro conocida como los Dos Templos.
“Nosotros como municipio hemos estado al tanto, al pendiente y en comunicación con las instancias federales y estatales que han tenido injerencia en los trabajos de remoción y de reestructura del templo, para saber cuál ha sido su proceso (y) cómo se han generado las condiciones adecuadas para que hoy se puedan reabrir las puertas”, expresó Miguel Zárate, coordinador general de Gestión Integral de la Ciudad de Guadalajara.
El templo de San Francisco de Asís, ubicado en Paseo Fray Antonio Alcalde y Prisciliano Sánchez, está catalogado como monumento histórico por el INAH para su preservación y además es uno de los inmuebles más emblemáticos, ya que su edificación va unida a la fundación de Guadalajara en el Valle de Atemajac.
"Es un templo que tiene abierto al culto más de 300 años, y hoy representa de los pocos y grandes edificios que son patrimonio histórico edificado del municipio de Guadalajara, de todo el Estado y por supuesto de México. Para nosotros, de verdad, nos llena de orgullo que esté dentro del marco de Paseo Alcalde, donde tenemos una serie de edificios que son muestra de la historia que hemos tenido como ciudad”, agregó Zárate Hernández.
A decir del rector del recinto, Fray Gabriel Martín Cardiel Ponce, se mantendrá en constante supervisión el templo para cuidar que el recinto no se ocupe al 100% de su capacidad, aunque no habrá por el momento restricción alguna para los visitantes.
“Es una alegría, creo que no solamente mía sino de la comunidad franciscana, los que moramos aquí, de las anteriores fraternidades que estuvieron; por todo el esfuerzo, se ve ya puesto, y que junto con todos los peritos que estuvieron, todos los que intervinieron (...), se llegó a una etapa en que se verificó que se podía abrir el templo ya para que la feligresía, sobre todo los tapatíos o la visita que viene de fuera, pudieran gozar del templo”.
Los trabajos fueron dirigidos por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También participaron el Gobierno de Guadalajara, el Gobierno de Jalisco y la Orden Franciscana.