Zapotlanejo es uno de los municipios donde el cura Miguel Hidalgo continuó con la Independencia de México, un 17 de enero de 1811 y esa parte de la historia, pocos la conocen.
Fue particularmente en el Puente de Calderón, que ahora forma parte del Parque Ecoturístico Puente de Calderón, ubicado por la carretera libre entre Zapotlanejo y Tepatitlán, a poco menos de 40 kilómetros de Guadalajara, que todos los días está abierto al público, con entrada libre.
"Este puente fue testigo de una de las batallas que tuvo Miguel Hidalgo en contra de los realistas y para nosotros es un orgullo tenerlo aquí, porque formó parte importante de la independencia de México", explicó Jacqueline Morales, jefa de Turismo de Zapotlanejo.
El Puente de Calderón se construyó en el siglo XVII, cuando Francisco Calderón y Romero gobernaba la Nueva Galicia y por eso se le denominó “De Calderón.
Pasa sobre el Río Colorado y en su época, fungió como uno de los pasos más importantes para el comercio entre Guadalajara y México. Mide 60 metros de largo por 7 de alto y desde 1932 fue declarado monumento histórico.
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Como parte de los atractivos históricos, en el parque hay troncos de madera tallados que dan forma a los personajes de la Independencia, entre ellos Miguel Hidalgo, así como un monumento en su honor.
“Para nosotros es muy importante tenerlo aquí, porque en los libros de historia se recuerda una batalla, que si bien no la ganamos, fue como el punto para decir que México quería Independencia y librarse de la corona española”, agregó la funcionaria municipal.
Además de la historia que representa, el Parque Ecoturístico Puente de Calderón se convirtió en un sitio que encanta a los habitantes de Zapotlanejo y municipios aledaños, entre ellos Guadalajara, pues cuenta con decenas de terrazas con mesas y bancas.
Cada terraza para cerca de diez personas tiene un asador, donde las familias acostumbran preparar carne asada, mientras los más pequeños se bañan en el río o correr por los diferentes senderos.
Uno de esos senderos lleva a la tirolesa de alrededor de 250 metros de largo distribuidos en seis torres, donde chicos y grandes desde las alturas pueden disfrutar de paisajes panorámicos, así como de los dos géiser artificiales.
El otro sendero conduce a una cascada, que como el puente, es uno de los sitios preferidos para los visitantes, quienes no dudan en fotografiarse una y otra vez; así como al temazcal, dirigido por un chamán, quien se encarga de las sesiones de relajación y sanación grupal.
El Parque Ecoturístico Puente de Calderón recibe visitantes a diario, pero los domingos son cerca de 5 mil personas las que acuden a pasar una tarde de relajación, acompañada de historia.