Protección de lugares sagrados, objetivo del Plan de Justicia del pueblo wixárica

Todos estos sitios ubicados en Jalisco se han visto amenazados por intentos de invasión para fines turístico

Víctor Chávez | El Occidental

  · miércoles 9 de agosto de 2023

El turismo insensible siempre ha sido un factor de preocupación por parte de las comunidades Wixárikas. Foto: Cortesía | Gobierno Federal

Al menos cinco sitios sagrados de los pueblos originarios existen en Jalisco, todos ellos relacionados con el pueblo Wixárika, e incluyendo el llamado “Ojo de Dios” en la isla de los Alacranes o también conocida como Xapawiyemeta -sitio donde nació la lluvia y donde emergió la humanidad luego del diluvio universal-. Todos estos sitios, en su momento, se han visto amenazados por intentos de invasión para fines turísticos o disputa de tierras.

Son las grutas sagradas Tea´kata en plena sierra, en Santa Catarina Cuexcomatitlán, Tierra Morada en San Sebastián Teponahuaxtlán, perteneciente al municipio de Mexquitic; El Roble; Tanana Haya, ubicado en la comunidad de Tutsipa Kuruxi Manuwe ó Tuxpan de Bolaños, y la isla de los Alacranes o también conocida como Xapawiyemeta u Ojo de Dios, sobre el lago de Chapala, todos dentro de territorio jalisciense. Juntos representan uno de los cinco puntos del Universo, de acuerdo a las creencias Wixáricas. El resto están distribuídos en Durango, Colima, Nayarit, Zacatecas y Nuevo León.

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De acuerdo a datos proporcionados por el diputado Gustavo Macías, son unas 80 mil personas las que conforman la población de los pueblos originarios en Jalisco, se concentran en la Zona Norte y Zona Sur del estado, aunque también han emigrado a la capital del Estado.

En Mezquitic es en donde se concentra la mayor parte con 24 mil de los cuales el 80% son wirraritari y 20% mestizos. Pero en total son 10 los municipios que concentran a los pueblos originarios de Jalisco.

Tiempos de justicia Wixárica

Por la importancia que representa para este pueblo, justo el reconocimiento de estos lugares sagrados es el punto número uno del llamado Plan de Justicia del Pueblo Wixárika, Na´ayeri, O´dam y Meshikan, que en su momento se entregó en el mes de septiembre del 2021 al presidente Andrés Manuel López Obrador.

A estos lugares míticos deben acudir los hombres para dejar sus ofrendas con el propósito de mantener el equilibrio ecológico, según sus creencias, y de esta manera imitan lo que hicieron sus primeros antepasados.

Para los wixárikas la vida surgió del mar, en Haramaratsie, la primera estación que hicieron los dioses, donde vive Tatéi Haramára ("Nuestra Madre, el Mar"). De ahí, en su peregrinar llegaron al centro de la Tierra: Te'akata, continuaron a Wirikuta, lugar donde nació Tawewiékame la deidad solar. Se dirigieron hacia el sur a establecerse en la morada de Takútsi Nakawé (la "Abuela Lluvia") en Xapawiyemeta.

Para los wixárikas la vida surgió del mar. Foto: Cortesía | Gobierno Federal

Y luego regresaron al centro para partir hacia al norte, a Hauxamanaka donde Watakame (deidad que representa a la especie humana sobre la tierra) construyó una arca con la que salvó a todas las especies durante el diluvio.

Según un estudio de la Comisión de Desarrollo para los Pueblos Indígenas y conforme a la Cosmovisión del pueblo Wixárica, el mundo es redondo, tiene la forma de un híkuri (peyote) y cuando todo se hizo, el mundo quedó rodeado de agua, pura agua y quedamos como lanchita flotando. Entonces el Sol, cuando salió, salió por Ra 'unax+ (Ra'unax+), acá,

en Wirikuta, (se refiere al Cerro Quemado, en Real de Catorce, San Luis Potosí) estaba chiquito y se hizo el día y recorrió todo el cielo y ya grande se paró arriba y luego ya se cansó porque hizo el mundo y se fue despidiendo hacia el norte y entonces se va pa' bajo, Tatei Haramara”.

Se calcula en 90 mil kilómetros cuadrados el territorio que les queda a los Wixáricas, donde se encuentran sus sitios sagrados. Se presume que era más amplio, pero los pueblos originarios, con la conquista y colonización española, sufrieron alteración y desmembramiento de su territorio original que incluso continuó durante los siglos XIX y XX.

Los rituales practicados en dichas zonas

Son tres tipos de rituales que se practican en esas zonas: La peregrinación, las abstinencias y el consumo de híkuri (peyote).

En la Isla de los Alacranes o también conocida como el “Ojo de Dios” de la isla, además de las ceremonias rituales ya mencionadas, los mara´akames recolectaron agua del lago que consideran una bendición, para sus cosechas, para la vida y para la salud de sus pueblos.

Estos cinco puntos representan para el pueblo Wixárica su patrimonio territorial y cultural ancestral, donde ejercen autoridades tradicionales, guías espirituales y por supuesto su pueblo.

Temor a un turismo insensible

Las presiones por parte de personas interesadas en esos territorios y el turismo insensible siempre han sido factor de preocupación por parte de las comunidades Wixárikas, que han denunciado en su momento tales situaciones.

Por un lado, agricultores y ganaderos en su momento mostraron interés por algunos de esos territorios y los invadieron, lo que dio inicio a pleitos jurídicos que se extendieron por décadas y al final les dieron la razón a los pueblos originarios.

Y por el otro, hay quienes vieron la posibilidad de “hacer negocio” con turismo de ese tipo y de esa manera comenzaron a llevar a nacionales y extranjeros hasta esos sitios religiosos, generando problemas como: tirar basura, contaminar el agua sagrada, llevar gente extraña a lugares sagrados, saquear ofrendas, dejar velas encendidas, contaminar, con sangre los manantiales -muchas personas ajenas intentaban sacrificios de animales ahí-, destruir plantas sagradas, realizar peregrinaciones sin autorización, personas ajenas a la cultura wixárika tomando fotos y video, y presenciar rituales wixarikas sin permiso. Hoy todo eso quedaría prohibido.

Con información de Rosario Bareño | El Occidental