Diseñar soluciones y políticas públicas e incidir positivamente en la vida de quienes trabajan en el campo mexicano, entre ellos los de Jalisco es parte de los objetivos del seminario “Hacia un campo seguro y con trabajo decente en las cadenas de chile y tomate en Jalisco”, señaló Pedro Américo Furtado de Oliveira, Director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba;
Para apoyar este programa a nivel Latinoamérica, el gobierno de Estados Unidos destinó 180 millones de dólares y parte de esos recursos llegarán a Jalisco para realizar los estudios y cambios necesarios para lograr un trabajo digno y seguro para los jornaleros asi como erradicar el trabajo forzado e infantil, detalló la Cónsul de Estados Unidos en Guadalajara, Eliza F. Al-Laham.
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Indicó que en todas las industrias los trabajadores “merecen tener una voz en su lugar de empleo y condiciones dignas de trabajo” y el TMEC es una muestra de cómo se lucha por una política enfocada en los trabajadores.
Como parte de este compromiso se asignaron 180 millones de dólares a la oficina de Asuntos Laborales Internacionales del Departamento del Trabajo de Estados Unidos para “financiar proyectos que apoyen la reforma legislativa en materia laboral en México y se busca que los lugares de trabajo sean más seguros, reducir la discriminación y combatir al trabajo infantil, el trabajo forzado y la trata de personas”.
Agregó que con este seminario se pretende mejorar la seguridad y salud ocupacional de los trabajadores de las cadenas de suministro de tomate y chile, ya que reconocen que el trabajo en la agricultura es duro, implica riesgos pero en el caso de la producción de chile “los trabajadores enfrentan jornadas extenuantes, con poco acceso a capacitaciones laborales, al sistema de protección social o a las oportunidades de sindicalización”.
En la producción de tomate no siempre se les da la capacitación necesaria para utilizar herramientas peligrosas, no cuentan con equipos d protección personal adecuados, ni espacios apropiados para almacenar pesticidas y fertilizantes que pueden causar problemas de salud o envenenamiento, a ello se suma el impacto de la pandemia, se enfocará en mujeres trabajadoras y grupos vulnerables.
Pedro Américo Furtado de Oliveira, indicó que la agenda 2030 de las Naciones Unidas reconoce desafíos importantes para todos los actores del mundo del trabajo al vincular la meta de trabajo decente con el crecimiento sustentable y para lo cual se requiere del apoyo de las autoridades, de los distintos actores del mundo laboral.
“La pandemia ha puesto grandes desafíos y déficits para la protección de los trabajadores y en ese sentido es preciso redoblar los esfuerzos destinados a promover los derechos fundamentales, las normas internacionales y la protección de trabajadores entre otras cosas como salarios adecuados, límites de tiempo de trabajo, equilibro entre vida privada y laboral, así como establecer fuertes medidas de seguridad y salud en el trabajo”.
Es por eso que la OIT buscará incorporar el tema de la seguridad como parte de los principios fundamentales establecidos en la declaración de 1928 de la OIT y tomará forma en la próxima conferencia internacional del trabajo en junio del 2022 y pondrá en el centro de la atención la apremiante necesidad de garantizar que todos los trabajadores cuenten con trabajos decentes, dignos, seguros y confiables”, para procurar su bienestar dentro de los trabajos