Las lluvias que se registraron a principios de diciembre del año pasado y también en los primeros días de enero de este 2024 mejoraron la situación de quienes se dedican a la producción de caña, uno de los cultivos más representativos del Estado de Jalisco.
Sin embargo debido a la falta de agua siguen considerando pérdidas para el cierre de este ciclo que comenzó en noviembre y concluye en abril explicó Roberto Ochoa Gutiérrez, presidente de la Unión Nacional de Cañeros CNPR (Confederación Nacional de Propietarios Rurales) de Tala.
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En dicho municipio, ubicado a casi una hora de Guadalajara, está el ingenio más grande de la entidad y uno de los principales a nivel nacional donde al cierre del año pasado tenían un panorama desolador debido a la sequía.
“Pintaba más mal de lo que está, pero tuvimos lluvias invernales y el efecto en la caña no fue tan severo como por ejemplo en el maíz porque las lluvias invernales ayudaron a que la caña desarrollara un poco más”, explicó el líder cañero.
En un recorrido que EL OCCIDENTAL realizó por la zona se pudieron observar hectáreas de caña casi secas y a decir de quienes tienen toda una vida dedicándose a la cosecha estarán alrededor del 10% abajo en comparación con el promedio de los últimos años. Esa cantidad al cierre del ciclo estará casi como en 2022, pero les preocupa que las lluvias una vez más se retrasen.
“Vamos a lograr no caer al 15%, a lo mejor vamos a caer comparado con el histórico de los últimos cinco años; vamos un 10% pero comparado con el año anterior vamos a estar prácticamente iguales gracias a esas lluvias... se está contemplando la escasez de agua en riego que tenemos con aguas de presas, se va a limitar el número de riegos que se daba comparado con otros años y eso lo único que va a afectar es el rendimiento”.
Hace falta tecnificar
Ochoa Gutiérrez reconoce que en México a diferencia de otros países productores de caña enfrentan su principal problema en la tecnificación, además de que en Jalisco los productores en promedio tienen 3.5 hectáreas y eso genera costos más altos en compra de insumos, mecanización y cosecha.
Haciendo una comparativa con Estados Unidos, Colombia o Brasil, explicó que tienen unidades de riego de 100 hectáreas, producción mecanizada y es más barato trabajar la caña en los países antes mencionados.
“Lo ideal es tecnificar el uso del agua con riego por aspersión, riego por goteo, entubando, pero ese es un proceso que no es tan corto, es un proceso que lleva tiempo y una gran inversión”.
Según sus cálculos, tecnificar una hectárea de riego por goteo costaría alrededor de 30 mil pesos y a su consideración es la mejor forma de eficientar el agua, pues actualmente están por debajo del 50% en la Región Valles donde están los ingenios de Tala, Ameca y Bellavista.
“Aquí cada dos o tres hectáreas tenemos un dueño y cada dueño tiene su idea de producir y cada dos o tres productores compran un tractor y el compadre ve y quiere otro tractor y utilizan un tractor para una unidad de producción muy pequeña y lo tienen parado y eso hace la gran diferencia con países más tecnificados y habría que enseñarnos a trabajar más en cooperativas o en grupos grandes”.
Solo en Tala existen alrededor de 12 mil productores y se cosechan 20 mil hectáreas anuales con un rendimiento de alrededor de 87 toneladas en promedio.
En los próximos días se estará cerrando el ciclo noviembre - abril, sin embargo los productores estarán reuniéndose con el gremio y autoridades estatales para saber los pasos a seguir y procurar no incrementar las pérdidas para la próxima zafra, que no es nada alentador.