Los alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como las bebidas azucaradas, activaron los focos de emergencia sanitaria ante el aumento considerable de personas con sobrepeso y obesidad. El mayor peligro, advierten especialistas, es el consumo delas grasas trans donde rodean enormes riesgos para la salud de la niñez y adultos, principalmente enfermedades no transmisibles como cardiopatías coronarias.
En Jalisco siete de cada diez adultos tienen un peso crónico que altera el hígado, de no controlar este problema de salud este órgano podría desencadenar con una epidemia hepática. El jefe del departamento de clínicas del Centro Universitario de los Altos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Edgar Alfonso Rivera León advierte que la entidad está con indicadores altos a nivel nacional en población adulta.
“De 19 a 65 años, es un 65 por ciento de personas las que tienen esta patología y que presentan obesidad como tal, va en aumento en niños y adolescentes va en incremento por el tiempo que se estuvo en casa por la pandemia”.
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El panorama es desalentador, desde marzo de 2020 a raíz delas restricciones por la pandemia por Covid19, niñas, niños y adolescentes consumieron de manera excesiva alimentos con alto contenido de azúcar y grasas como botanas, harinas y bebidas azucaradas aunado al sedentarismo, acelerando el ritmo del sobrepeso y la obesidad.
“Estamos hablando de un aumento de 10 a12 por ciento de acuerdo con los datos EN SALUD 2018, lo que significa que tendríamos un 38 por ciento aproximadamente de niñas, niños y adolescentes que tienen sobrepeso y obesidad en el Estado de Jalisco”.
Si estos datos de alarma ya se reflejaban en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 20182019, el panorama de los próximo resultados, advierte el especialista podría reflejar un alza “importante“ en el Índice de Masa Corporal de las y los jaliscienses.
A nivel nacional, la entidad está en los primeros escalones con mayor tasa de sobrepeso y obesidad, esta epidemia, advierte el especialista, trae enfermedades crónicas degenerativas y reduce el tiempo de vida. La obesidad es una enfermedad, el exceso de tejido adiposo adelanta la aparición de enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipertensión, cardiopatías, cáncer e incluso agravar enfermedades contagiosas como Covid19 e influenza. En la niñez y adultos el aumento de peso se refleja en la circunferencia del abdomen, esta característica alerta a los especialistas de un problema de salud mayúsculo al comenzar a tener resistencia a la insulina, alteración en colesterol y triglicéridos con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Además de “enfermedades relacionadas con el metabolismo hepático y que tengan que ver con articulares y vasculares como podría ser sobre todo la sobrecarga de peso sobre las articulaciones de rodillas y tobillos”. Hoy en día una alta proporción de adolescentes están en la etapa de prediabetes al tener resistencia a la insulina o ya presentan un daño mayor.
“Antes en salud era la atención de estas enfermedades en personas mayores de los 30 años y ahora hemos visto chicos de 14 a 16 años que presentan estas patologías por lo tanto es una población mayor la que hay que atender”, advierte Edgar Rivera León.
Esta pandemia por obesidad y sobrepeso afecta el hígado de los adultos jóvenes que de no atenderse a tiempo se corre el riesgo de presentar complicaciones hepáticas: “podríamos decir que en unos cinco años aumenta de 1 a 3 por ciento esas patologías atribuidas al hígado”.
De no controlar el consumo de alimentos industrializados entre la juventud de tipo trans, grasas saturadas así como de bebidas azucaradas, el panorama para Jalisco será alarmante peligroso, el gasto al sistema de salud por el alza de enfermedades relacionadas por el sobrepeso y obesidad será insuficiente.