Ya sea para bien o para mal la pandemia por Covid-19 vino a cambiar drásticamente las cosas en el mundo, sobre todo en la forma en la que se trabaja o estudia, sin embargo, para el Centro Europeo de Postgrado (CEUPE) representó una oportunidad porque la preparación a distancia es lo que los caracteriza.
El CEUPE es una escuela de negocios de carácter internacional con presencia en más de 30 países, la cual ha destacado -desde hace 10 años que se creó- por ser líder en la formación online de posgrados debido a su metodología, por la calidad de sus programas y por ser la primera escuela de negocios europea en obtener el sello ICEEX (International Certificate of Educational Excellence).
"Nacimos con esa vocación de formación en línea en 2011, en España, que nos permitió en poco tiempo pues tener un mercado amplio que nos permite tener oficinas en Colombia, en Ecuador, en Buenos Aires, en República Dominicana, hace poco en Paraguay o Perú", expresó Francisco Lamamie de Clairac Palarea, socio fundador y CEO del CEUPE.
Presentes en México desde hace cinco años, con oficinas en Guadalajara, considera que el espacio ganado se logró desde que llegaron al país por la oficialidad de los programas -ya que ofrecen doble titulación-, y sobre todo por la facilidad con la que el alumno puede cursar su educación a distancia. Si bien la pandemia trajo repercusiones económicas en el país, para ellos significó que más gente los volteara a ver.
"La pandemia no ha hecho más que confirmar que realmente estábamos donde tenemos que estar; ofreciendo formación de calidad a una masa amplia de población, porque creemos que la formación no puede ser un beneficio de unos pocos con poder adquisitivo. Nosotros nacimos con esa vocación en línea, no hemos tenido que transformar ningún proceso, sino hemos tenido un volumen mayor de alumnos, pero no como consecuencia directa de la pandemia, sino de estar ahí cuando ya estábamos hace 10 años".
Si bien la pandemia puso a prueba la capacidad de cada país de poder salir adelante con el tema de educación y trabajo a distancia -por temas varios como el de conectividad-, para Jorge Humberto García, director general del CEUPE, los programas dan esa misma facilidad de no tener que estar conectados todo el tiempo para poner en práctica en el campo lo aprendido.
"Por ejemplo en Energías Renovables el alumno está en el campo, donde está aplicando las energías limpias, creando estos proyectos, pues él está llevando la electricidad, no hay conectividad ni siquiera de energía. Entonces, lo que hacen es que van al poblado más cercano, que es donde habitualmente viven, descargan los contenidos y se regresan a trabajar y a estudiar".
Respecto a los estigmas que han existido a lo largo de los años en contra de la educación en línea, García González expresó que lo que hace falta es mayor difusión, pues al menos en la parte académica de sobra han demostrado ser una excelente opción para preparar a profesionistas.
"(La pandemia) nos vino a legitimar, antes lo que teníamos era una novedad, ya habíamos hecho el trabajo de difusión y la gente dudaba, estaba la resistencia al cambio. ¿Qué pasó? La pandemia vino a decir 'aquí está la solución'. Si el alumno tiene claro qué quiere lograr, el cómo lograrlo pasa a segundo plano", añadió.