Las vacaciones continúan y para quienes tienen menores de edad en casa, es importante extremar precauciones, pues los accidentes están a la orden del día.
Entre los más comunes son las quemaduras, pues debido a las bajas temperaturas, en los hogares muchas veces hay alimentos calientes en la estufa y es importante que los pequeños no se acerquen a ellos, pues con un litro de agua, un niño de dos o tres años puede quemarse arriba del 30% de su cuerpo, ya que su piel es muy delgada y con facilidad sufre daño, a diferencia de un adulto que sería mucho menor en proporción de su anatomía.
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Datos a nivel nacional refieren que en México hasta el 80% de quemaduras en niños se originaron por líquidos calientes, en tanto que otro porcentaje importante tiene que ver con el uso de cohetes y juegos pirotécnicos, sobre todo en este tiempo de fiestas en los que la pólvora es más fácil de encontrar en las calles.
En ese caso, las partes del cuerpo que se queman por pirotecnia principalmente son las manos, los miembros torácicos y pélvicos; mientras que en un menor son las piernas, por traer explosivos en los bolsillos del pantalón y en las manos, por no saber manipular el cohete o porque llega a explotar antes de tiempo.
Hay que tener precaución con los juguetes
También es común en esta temporada, que niñas y niños estrenen sus regalos navideños, muchos de ellos juguetes y en ese sentido, Alberto Iram Villa Manzano, especialista en toxicología y médico familiar adscrito a la Unidad Médica con Atención Ambulatoria del IMSS Jalisco hizo algunas recomendaciones.
“Se debe verificar su resistencia, que sea inastillable, que su tamaño sea adecuado para no provocar asfixia, que no tenga bordes filosos, además de su estabilidad y acabado, que no hayan sido elaborados con pinturas y esmaltes tóxicos o que contengan algún grado de plomo”.