Luego de las balaceras que se han registrado a lo largo del mes en zonas públicas, como plazas, restaurantes y hasta en las Fiestas de Octubre, el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega cuestionó ¿por qué todo se arregla matando?
“¿Por qué hemos llegado a ese punto de tener que ajustar cuentas matando?, ¿por qué hay que arreglar los asuntos que sean, de la índole que sean?, ¿quién nos da la autoridad de eliminar vidas?… ¿por qué todo se arregla matando y no solo a la persona que está en la mira o que es el objetivo, sino arriesgando a muchas otras personas que nada absolutamente tienen que ver?, ¿por qué llegamos a ese punto de tanto irrespeto a la vida?”.
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Señaló como penosa la situación que viven los jaliscienses debido al interés de ciertos grupos delictivos de mantener el control. “Estos hechos violentos que penosamente han golpeado a parte de nuestra ciudad, hablan del creciente clima de lucha, de venganza, de controlar ciertos puntos, ciertos mercados del crimen organizado, pero el hecho es que se han dado en lugares donde se reúne gente completamente inocente en el sentido de que se reúnen por otros motivos, como convivir, descansar, tal vez comprar, tal vez compartir un alimento y esto es muy grave, porque se están robando lo espacios que la sociedad y la familia debiera de tener”.
Hay incertidumbre en los ciudadanos
Lamentó además que debido a ese tipo de incidentes ya también en sitio públicos, hay incertidumbre de los ciudadanos que deben salir a trabajar o estudiar “y no hace bien a la sociedad que vivamos con temor y con desconfianza”.
Dijo que ahora no se trata de culpar a algún nivel de gobierno, pues “todas las instancias tienen una responsabilidad y un deber de ofrecernos a todos los ciudadanos garantías y tranquilidad”.
Robles Ortega además reprochó las cifras que las autoridades presumen, donde aseguran que la incidencia delictiva va a la baja, situación con la que como ciudadano, no coincide.
“Las estadísticas nos dicen una baja en delitos, violencia, pero a quienes vivimos en la calle y tenemos que salir, los números no nos dan garantía, no nos dan seguridad” y no descartó que en algún momento esos enfrentamientos lleguen a afectar incluso a quienes acuden a misa, pues “a como vamos, pudiera ser, porque ya no respetan ningún espacio”.