En México los embarazos no planificados en adolescentes podrían aumentar en 20% como consecuencia de la pandemia Covid-19 de acuerdo con proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).
En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes -26 de septiembre-, es prioritario expresó titular de la Secretaría General del Conapo, Gabriela Rodríguez Ramírez, continuar con el fortalecimiento nacional del acceso a métodos anticonceptivos y servicios de consejería en salud sexual y reproductiva en la adolescencia en todas las unidades de salud.
De acuerdo con proyecciones del Conapo, entre 2020 y 2021 el número total de adolescentes menores de 19 años sin acceso a un método anticonceptivo podría aumentar 20%, esto es 21 mil 575 embarazos no planificados en adolescentes, adicionales a lo previamente estimado.
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Expuso que, el Conapo como coordinador de las acciones de la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) 2020-2024, tiene la responsabilidad de descender la tasa de embarazos en este sector y erradicar el índice de niñas embarazadas y niñas madre, al día nacen mil niños de una mamá menor de 19 años.
Por su parte, doctora Georgina Ruvalcaba, gineco-obstetra y gerente médico de Innovative Women´s Health Care de Bayer de México, destacó que el inicio de la vida sexual a edades tempranas, la falta del uso regular de métodos anticonceptivos y las limitaciones en su acceso, en ascenso tiempos de pandemia, colocan a los métodos anticonceptivos de acción prolongada (ARAP), como una estrategia conveniente para prevenir el embarazo no planificado en adolescentes.
Además, de ofrecer los índices más altos de protección, su eficacia no se ve afectada por errores en su uso, olvidos o abandono.
Mientras que Josefina Lira Plascencia, presidenta del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (Comego), destacó que el embarazo en adolescentes es un problema de origen multifactorial que amplía las brechas sociales y de género entre la población, altera el proyecto de vida de la adolescente embarazada y de su entorno familiar, y tiene importantes repercusiones negativas en su salud y su desarrollo psicosocial.
Destacó que, la juventud tiene derecho a contar con información sobre salud sexual y reproductiva, acceder a los servicios de salud con el fin de que, si ya tienen una vida sexual activa, conozcan las opciones anticonceptivas disponibles de manera gratuita en las unidades de salud pública, como condones, píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivo intrauterino o implante subdérmico.