TEPIC, Nayarit (OEM-INFORMEX). - La libre participación de la mujer en la política y en la toma de decisiones en los puestos de Gobierno, no es una cuestión feminista, es un derecho fundamental, constitucional y convencional que el Estado está obligado a salvaguardar.
Así lo señaló la Magistrada del Tribunal Electoral de Nayarit, Irina Cervantes Bravo, quien dijo que de acuerdo a las recientes reformas de la Constitución Federal, queda prohibido toda discriminación exclusión o restricción que tenga por objeto y por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer por origen étnico, género, edad, discapacidades, condición social, opiniones o religión.
Chécalo:
Estas reformas fueron aprobadas por todas las fuerzas parlamentarias en el Congreso de la Unión, así que todas las mujeres, confirmó, tienen que participar en el próximo proceso electoral y el reto es hacerlo en un entorno igualitario, de libertad y sin sufrir ningún tipo de violencia ni obstáculos. Como estado tienen que impulsar políticas públicas que permitan a la mujer una conciliación entre su vida familiar y laboral. Es importante que en México se trabaje la normatividad, pero también trabajar en el punto de vista sociológico a fin de promover y garantizar la equidad de género en todos los ámbitos.
Desde su punto de vista no es solamente el cumplimiento de la norma, sino una concientización de la sociedad, para que la participación de la mujer se dé de manera efectiva, real y sin simulación de mujeres y su posicionamiento. Las mujeres, afirmó que tienen que dirigir el país en todos sus niveles de gobierno, en una sociedad acostumbrada al patriarcado es difícil aceptarlo, pero es el empoderamiento de la mujer en la participación política, y hay que fortalecer que en los partidos políticos se cumpla con las cuotas de paridad y equidad.
Para concluir, Irina Cervantes Bravo, añadió que el machismo es el miedo a las mujeres que no tienen miedo y aun cuando tienen ley de cuotas no es suficiente, pues los partidos deben hacer efectiva la participación plena de las mujeres en la toma de decisiones del país, de manera normal y armónica.