“Pongamos orden y respetemos la ley”, es la premisa con la que arrancó oficialmente campaña el candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) al gobierno de Jalisco, Carlos Orozco Santillán, quien eligió a Puerto Vallarta como escenario debido a que “la han convertido en una ciudad acapulquizada”.
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Orozco Santillán no estuvo solo, fue acompañado por los candidatos locales a la presidencia municipal, a diputados locales y por el propio presidente de su partido en la entidad.
Ante unos 50 perredistas que se dieron cita en el lugar, lamentó la serie de sucesos de inseguridad que se han registrado en el que sin duda alguna es el principal destino turístico de Jalisco y de los más importantes del país.
El académico universitario y ex diputado local dijo que solo llegó a Puerto Vallarta a constatar una de las causas urbanas de la degradación de este, anteriormente, hermoso paraje natural hoy convertido en una ciudad "acapulquizada", como son los extremos de inseguridad, corrupción urbanística y otros flagelos que le han caracterizado y evocan a la corrupción generalizada que le ha distinguido durante los últimos años a los gobiernos municipales.
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Propuso el abanderado del PRD retornar la figura del policía de barrio, bien adiestrado y verificado, que no ceda a la corrupción. La otra propuesta -a petición de sus habitantes- es que la delegación de El Pitillal se convierta en el municipio 126 de Jalisco y pase a formar parte, con esa fuerza, de la zona conurbada entre Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
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Destacó que es un reclamo de los habitantes de esa localidad y con ella consideran que un ayuntamiento podrá atender directamente y efectivamente a lo que pide la población, para atender las necesidades que la actual administración ha decidido ignorar.