Si tiene deudas bancarias o piensa adquirir algunas ya sea por medio de tarjetas o hipotecario en los próximos meses, sería mejor pensar en no hacerlo o solventar las que tienen porque el panorama económico no es nada halagador al preverse alzas en las tasas de interés y una inflación cercana al 10%.
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Juan Rich, analista financiero y director de mercados del banco Bx+ mencionó que la Reserva Federal del Tesoro (FED) de Estados Unidos volverá a subir su tasa de interés en 75 puntos base, tal como lo acaba de hacer y para el cierre de año se espera que sea de alrededor del 10%.
El otro factor que tiene un papel importante es sin duda la inflación en México la cual se espera también sea cercana o ligeramente por arriba del 10%, mismo panorama en los primeros meses del próximo año, lo cual queda por arriba de la meta del Banco de México.
“Entonces las tasas de interés van a estar elevadas todo el 2023 y posiblemente comiencen a bajar un poco hacia el final del próximo año; presiones inflacionarias a nivel local fuertes, desaceleración fuerte y todavía lejos de la meta del Banco de México (Banxico).
Y por otro lado en la parte externa tenemos una FED que seguramente también una tasa de interés elevada”. Esto con el objetivo de quitar las presiones inflacionarias, restringir el consumo y mantener las expectativas económicas. Desde su punto de vista y ante un “entorno de tasas de interés tan agresivo y un entorno también tan incierto, lo recomendable es tener una tasa de interés fija para tratar de acotar ese riesgo”, sin embargo el mercado ya comenzó a descontar esas expectativas de tasas altas. Y eso sólo es la parte de los intereses nominales pero a los créditos ya sean hipotecarios, de tarjetas de crédito, automotriz, de consumo entre otros, se le van sumando otros factores que dependen del riesgo de la persona que solicita el préstamo y el plazo.
Es decir, agregó, es necesario considerar el famoso Costo Anual Total (CAT), Impuesto al Valor Agregado (IVA), intereses moratorios que sin duda encarecen esos créditos, apuntó el analista financiero.
“Entonces esa tasa de interés, digamos del Banco de México que hoy está en 8.50, que creemos que puede cerrar en el 10% este año, es conveniente sumarle todos esos factores” y es una gran diferencia. Pero la situación no sólo afecta la parte de las finanzas personales sino que se cree que hacia la parte final del año el consumo tendrá una desaceleración, lo mismo los primeros meses del próximo año debido a la inflación elevada, sobre todo en productos esenciales y energéticos y la gente se queda con menos recursos disponibles para adquirir productos no básicos.
En el caso de las expectativas financieras para la región indicó que uno de los sectores más rezagados es el automotriz por la escasez de algunos insumos, también la de producción de maquinaria y equipo, la de productos electrónicos.
Sin embargo, dijo que poco a poco se han solucionado los retrasos en los insumos y dependen en gran media de que en China no se vuelva tener brotes importantes de Covid, otro elemento que influye es la guerra de Rusia contra Ucrania y que pueden generar alguna volatilidad en materias primas, incluso en granos que se utilizan para el sector pecuario y otras cadenas de producción.
El panorama general también tiene presiones internacionales en especial porque México enfrenta esta demanda de Estados Unidos y Canadá sobre las políticas energéticas del país.
Mencionó que en caso de que esta situación derive en una cancelación del Tratado de Libre Comercio ambos países podrían aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas en especial a las agropecuarias en donde Jalisco es líder.
Añadió que en caso de que se le impongan aranceles a los productos agropecuarios sin duda tendrían un efecto negativo en México.
Ya que desde hace unos años la balanza comercial agroalimentaria es superavitaria precisamente por el aumento de ventas en el exterior de tequila, mezcal, cerveza, aguacate, berries y llegar a esa situación, parte del crecimiento de exportaciones de estos productos podrían tener un freno importante.
Todo este panorama en caso de seguir desarrollándose de esta forma sin duda tendrá efectos negativos ya que el consumo se limitaría sólo a lo esencial y “creemos que el consumo se va a empezar a desacelerar, lo mismo para la primera parte del próximo año debido a que la inflación sigue estando bastante elevada".
En especial en productos como alimentos y energéticos, la gente se queda con el mejor ingreso disponible para asuntos no discrecionales” , destacó.
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Citó el también director de Mercado que en lugar de comprar productos de marca lo difieren para otra ocasión como zapatos, ropa, autos, salidas y las remesas tendrán un menor crecimiento al cerrar el 2022. Y si todo eso llega a generar una recesión o la economía empieza a moderarse “vamos a ver que la generación de empleos va a perder un poco de dinamismo y la confianza de la gente va a bajar” tanto en la estabilidad laboral y en sus ingreso lo conservará más, antes de gastar en productos superfluos. Las tasas de interés e inflación altas son un entorno agresivo.