Desde hace más de dos décadas, Puerto Vallarta se volvió atractivo para celebrar ceremonias como bodas y ya prácticamente todos los hoteles de cinco estrellas o gran turismo ofrecen ese servicio.
Con cifras conservadoras, el municipio calcula que año con año se casan en el puerto alrededor de 400 parejas, la mayoría de ellas mexicanas, pero también muchas que desde el extranjero, principalmente Estados Unidos y Canadá, organizan su ceremonia y convocan familiares y amigos.
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Una de ellas es Maribel, que el año pasado se casó en Puerto Vallarta y cumplió su sueño de dar el “sí” frente al mar, pero su ceremonia religiosa no fue válida y hace unas semanas volvió a hacerlo, ésta vez en Guadalajara.
“En el hotel donde nos casamos hay un espacio donde montan como el altar para la ceremonia, una cruz de madera, pero como no es piso sagrado, no lo pueden hacer válido ante la iglesia, no te dan a firmar ningún papel y para ellos no estás casado, pero montan todo”, explicó la joven.
Entre risas recuerda cómo ella y su esposo tuvieron que hacer “dos bodas”, una en Puerto Vallarta y otra en Guadalajara, a donde una vez más sus invitados se dieron cita para acompañarlos, como aquel mes de marzo de 2021 en un hotel de lujo en la playa.
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“Fue un padre y nos hizo la ceremonia y todo, pero realmente el papel ante la Iglesia no lo teníamos, es por eso que nosotros hicimos otra celebración, porque no era válida”.
¿Qué dice la Iglesia Católica?
De acuerdo con la iglesia católica, quienes desean casarse deben acudir a la parroquia cercana a su domicilio para conocer los requisitos, entre ellos hacer la presentación al templo, a donde los contrayentes acuden acompañados de sus padres y testigos, así como hacer el trámite de las amonestaciones, que es darle a conocer a la comunidad quiénes se van a casar, publicando nombre y fotografía, para ver si existe algún impedimento.
En el caso de personas que se casan en la playa o en un salón de eventos “el matrimonio es nulo, no solamente es ilícito porque infringió alguna norma, es completamente inválido”, informó Antonio Gutiérrez Montaño, vocero del Arzobispado de Guadalajara.
Recordó que en el caso particular de Puerto Vallarta, sus templos pertenecen a la Diócesis de Tepic y no a la de Guadalajara, pero “no hay ningún problema y los traslados se hacen de diócesis a diócesis” una vez que la pareja cumple con la presentación y amonestaciones.
“Parecería un poco burocrático, pero es que nos han metido tantos goles y las personas buscan argucias para evitar ciertas cosas, que hemos tenido que poner candados y no tanto por obstaculizar, sino para darles mayor claridad, porque se han dado casos en que por evitar algún trámite, posteriormente una de las partes que se casa se da cuenta que la otra persona ya había contraído matrimonio, o no era su nombre y todo es en beneficio de los fieles, no por poner más trabas”.
¿Qué representa el turismo de bodas?
Datos de la Dirección de Turismo y Desarrollo Económico de Puerto Vallarta indican que reciben parejas de Guadalajara, pero también de otras ciudades de Jalisco, así como de Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí y Ciudad de México, en tanto que desde Estados Unidos la mayoría acuden desde California y Texas.
“Se cuenta con todo, desde quién va a hacer las fotografías, quién va a hacer los videos, quién va a llevar las flores, los arreglos, el vehículo para llegar a la iglesia. Si es en inglés la boda se hace en inglés, hay toda la estructura para llevar aquí las bodas y las lunas de miel”, explicó Ludwig Estrada Virgen, titular de la oficina de turismo en Puerto Vallarta.
Generalmente por cada boda que se organiza en Puerto Vallarta la pareja que se casa invita al menos a 30 personas, pero lo común son las bodas con cerca de 100 invitados, quienes permanecen en el puerto en promedio cinco días, lo que representa una importante derrama económica para el municipio, donde además del hospedaje, hay actividades turísticas para personas de todas las edades.