Los afiliados a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) piden al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, que no se flexibilicen las reglas para importar autos usados de Estados ni se legalicen las unidades que entraron de forma ilegal al país ya que eso les generaría serios problemas, señaló Guillermo Rosales, director general adjunto de la asociación.
“Nos oponemos a que se flexibilicen las reglas para la importación de vehículos usados y se dé una regularización de vehículos ilegales porque no queremos repetir el escenario catastrófico que vivimos en el 2095 al 2012 y actualmente está controlado”. Puso como ejemplo la difícil situación que se vivió en el 2006, año en el que se importaron un millón 570 mil unidades y en ese año se vendieron un millón 139 mil unidades nuevas, lo que hace una diferencia del 40% y una caída del 30% de ventas para el 2009.
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Agregó que ese tipo de autos implica la presencia del crimen en las importaciones, unidades inseguras, mayor contaminación, entre otros aspectos.
Ante este escenario le “pedimos al presidente López Obrador que no cometa el mismo error que cometió el presidente Fox y que el presidente Lopez Obrador que ha manejado como eje fundamental desde su Gobierno el combate a la corrupción y el respeto a la legalidad? Que haga valer esa expresión a lo que tanto ha recurrido”. Autorizar una legalización de estas unidades daría un mal mensaje y llevaría al traste lo que tanto pregona.
Dijo que los datos que tienen son los vehículos importados usados y en lo que va de enero a Julio subió 15%, en relación a los 107 mil unidades que se importaron en el 2018, con estos datos estiman que se importarán de manera legal 150 mil autos usados, lejos del millón y medio del 2006, pero a la fecha no se tienen datos de unidades ingresadas de forma ilegal, pero estiman que en la frontera se incremento de forma importante el ingreso de autos ilegales debido al relajamiento de las autoridades.
En caso de autorizar, la regularización de autos chuecos podría generar una caída del 30% de sus ventas en el 2020, situación que los hace vulnerables y les genera incertidumbre, pero siguen implementando diversas estrategias con tasas de interés accesibles, plazos de pagos hasta de cinco años, ofertas de las agencias y promociones, pero la demanda de los clientes es baja debido al deterioro de la capacidad adquisitiva.