Toda una odisea representa caminar por las banquetas del primer cuadro tapatío y mientras unas calles son rehabilitadas constantemente, otras muestran el abandono de las autoridades.
El Occidental realizó un recorrido por avenida Juárez, entre Federalismo y Alcalde y aunque es una de las más importantes vías de la ciudad, la realidad es que para los peatones deja mucho qué desear.
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Esto, porque hay algunos espacios donde hacen falta las tapas de los registros de algunos servicios públicos, como de alumbrado, mientras que en otras, las raíces de los árboles quebraron el adoquín y levantaron parte de la banqueta.
En solo unas cuadras, fueron por lo menos una de docena de sitios que pueden representar riesgo para quienes por ahí circulan, pues hay hoyos o desniveles donde cualquiera se puede tropezar.
Sin embargo, quienes más tienen que batallar por las condiciones de las banquetas son las personas que viven con alguna discapacidad y requieren de una silla de ruedas para trasladarse.
A ellas se les complica aún más el trayecto, que si bien es corto, representa mayor riesgo y lo mismo ocurre con quienes llevan una carriola con bebés a bordo o incluso quienes van de compras al centro y llevan un carrito para colocar ahí lo que adquirieron.
Justo en ese tramo de avenida Juárez, a unas cuadras del conocido como Parque Rojo y muy cerca también de la Catedral, se ubica el Banco del Bienestar, donde es común encontrar personas, principalmente de la tercera edad, haciendo largas filas en espera del apoyo que les otorga el gobierno federal y muchas de ellas circularon por las deterioradas banquetas para poder llegar al sitio, algunas apoyadas incluso de bastón.
Ante esa situación, peatones y comerciantes de la zona, pidieron a las autoridades que tomen en cuenta las condiciones de las banquetas, pues la avenida es una de las más transitadas por miles de personas que a diario acuden al centro, lo que representa riesgo de caídas o accidentes mayores.