Cada vez más personas toman las calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara como su hogar. Se calculan en mil 800 pero no hay límites cuando se trata de buscar un lugar seguro como casa y cohabitan dentro de árboles secos, arbustos, alcantarillas o bajo puentes vehiculares.
Incluso hay personas que arman su casita con tablones de madera en busca de refugiarse del clima en estos tiempos de frío, pero también de potenciales enemigos que quieren quitarles sus pertenencias que han recogido a lo largo de la ciudad. Aún así cuatro de esas personas han muerto por hipotermia en el presente invierno.
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Los 160 albergues existentes son insuficientes considerando que en ocasiones esa cifra de personas en situación de calle se incrementa cuando arriban aquellas que están en migración.
Vivir donde sea
En la calle Golfo del Cortés casi en su cruce con Isabela Católica el interior de un tronco de árbol seco es el refugio de una persona sin hogar. Según los comerciantes del rumbo un hombre de aproximadamente 50 años sacó las raíces y tierra dejando un hueco para ahí pasar las noches.
Sobre la carretera a Chapala en su camellón central se ubican varios de kilómetros de arbustos de bugambilias que por su tamaño y profundidad algunas personas han acondicionado para en su interior pasar las noches, cubiertas por mantas y periódico este diminuto espacio funciona como un refugio que aunque se pudiera considerar que es temporal para quien allí habita, el lugar les funciona al igual que una casa pero con ciertas limitaciones, por ello lo han hecho en un sitio permanente.
En esta misma vía pero por el rumbo del tapatío se ubica un puente vehicular que da acceso a la Avenida Lázaro Cárdenas justo en medio de los pilares habita José, un adulto de 45 años que al perder todo en la vida decidió adentrarse bajo las vigas metálicas y adaptar una cobija para pasar las noches; allí ha dormido 3 años y piensa seguir así hasta que lo retiren.
“En este lugar no molestas a nadie, te clavas ahí al fondo y la neta hasta el ruido de los carros te arrulla, no es la mejor forma de pasar la noche pero para uno es el lugar ideal, yo estoy sólo así que nomás me preocupo por mí”, apuntó José.
Durante el día José es “viene, viene” de un negocio de comida de pollo frito que está casi enfrente del que él llama hogar.
Su comida son piezas de pollo que las personas le obsequian por ”echarles aguas” al salir del estacionamiento y llegada la noche se va a su refugio para dormir.
En esta época de frío José se la ha visto difícil pues el metal de la estructura del puente no calienta y en ocasiones las cobijas y el periódico no ayudan, por ello de vez en cuando enciende una fogata que mantienen chamuscada la pintura del puente pero es su única forma de medio pasar la noche sin frío.
Este hombre no enfrenta a la muerte a diario por dormir en un lugar oscuro, frío y desolado lo hace porque todos los días tiene que cruzar la carretera a Chapala sin ningún tipo de precaución pues la zona donde radica, es vehicular y no existe ningún tipo de cruce para el peatón lo que hace que al menos en 3 o 5 ocasiones se juegue la vida toreando los autos, camiones de carga y de transporte público que circulan por el lugar. ¿No tienes miedo de cruzar la carretera a diario? “pues sí te tiembla porque a veces no dejan de pasar carros; he tardado en cruzar hasta 20 minutos porque la neta sí me la pienso ¿Cuántas veces cruzas al día? depende, yo por mi dos para venirme y para irme pero a veces tengo que estar bien trucha porque hay otros que se quieren meter ahí y pues la neta no, ese lugar ya me pertenece por derecho de antigüedad”, indicó José. Según José en una ocasión personal del DIF le ofreció un albergue para pasar la noche, comer y bañarse, pero lo rechazó por cuidar “su puente”. Indica que los albergues sólo le brindan un espacio de noche pero en el día tiene que buscar una zona donde pueda obtener dinero para sus necesidades.
“Yo pienso que alguien les dijo que ahí vivo porque francamente es difícil llegar aquí y más que me vean porque estoy hasta el fondo si vienen en auto no me ven y dos hombres y una mujer me explicaron que era peligroso estar aquí y estaría mejor en un albergue pero les dije que no por lo que ya te expliqué que este lugar está bien cotizado”, señaló.
Muertos por hipotermia
Según la diputada por Morena, María Padilla Romo en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) han fallecido 4 personas en situación de calle por diversos aspectos pero principalmente por las bajas temperaturas, además dijo que tan solo en la Perla Tapatía existen mil 779 personas que viven en las calles y que el municipio solo cuenta con un aproximado de 160 albergues que no son suficientes para brindar un espacio seguro y abrigador.
Para ello han presentado dos iniciativas donde en una solicita crear una mesa para realizar un plan integral con personas especialistas que permita solucionar el tema de las personas en situación de calle, la segunda es una iniciativa de acuerdo legislativo que exhorta a las dependencias públicas, estatales y municipales para que por las noches brinden refugio y resguarden del temporal de frío a estos grupos sin hogar.
“En muchos de los casos se dicen que las personas no quieren el apoyo pero yo creo que por eso deberíamos tomar en consideración que de esas mil 779 personas dudo mucho que solo 160 quieran ayuda y también tomar en consideración de hacer esta mesa interinstitucional que nos ayude a tomar decisiones donde no podemos obligar a una persona a estar donde no quiere pero si esa persona tiene algún tipo de enfermedad mental y podemos localizar a sus familiares pues ya desde ahí comenzamos a trabajar porque este problema antes se veía mucho en otras ciudades no tanto aquí en Guadalajara”, señaló la diputada Padilla Romo.
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EL OCCIDENTAL ha recabado testimonios de personas en situación de calle que argumentan que se niegan a acudir a algún albergue por las imposiciones que reciben y por el trato que se les brinda por parte del personal que los exhorta a acudir a ellos. “Antes de llegar aquí (interior de puente) dormía en las calles del Centro de Guadalajara, pero los policías son bien culeros y te tratan de la chingada, en la noche no te dicen nada pero en la mañana bien tempranito te despiertan con una patada y te dicen que te quites de ahí por eso me salí de esas calles y me viene para acá donde nadie me molesta”, apuntó José.
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La diputada local María Romo dice haber sido testigo de los abusos del personal de Guadalajara para retirar de las calles a las personas que duermen en el Centro tapatío sin ningún tipo de respeto por los derechos humanos. “Nada menos hace unos días estaba yo pasando por la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y me tocó presenciar cómo personas del ayuntamiento de Guadalajara que no sé por qué pero traían cubierta la cara como con un paño y traían gorra y estaban quitándolos pero con un trato realmente muy, pero muy lejano del respeto a los Derechos Humanos. Creo que se debe de humanizar a todas y todos los servidores públicos para no caer es esos excesos".