El gobierno tapatío ya comenzó los trámites para solicitar que se apliquen recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para la rehabilitación de zonas afectadas al oriente de la ciudad con la tormenta con tornado asociado que cayó el miércoles por la tarde en la colonia Blanco y Cuellar, conocida popularmente como Talpita.
“Estamos terminando de hacer toda la acreditación y documentación y como gobierno municipal vamos a solicitar el apoyo de recursos del gobierno federal para la rehabilitación en las áreas afectadas”, explicó el presidente municipal interino, Enrique Ibarra Pedroza.
Se refirió a la situación del miércoles como “algo inusual”, pues cayeron más de 300 árboles y lo máximo en los últimos dos años había sido la caída de 42 árboles, además de que casi se triplicó la cantidad de agua de lluvia que cayó.
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Respecto a las afectaciones en la colonia Alcalde Barranquitas, que es la tercera vez en el temporal que se inunda, dijo que con la última tormenta 24 viviendas resultaron afectadas a causa de las obras de la Línea 3.
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“Seguramente el estado anímico es inconforme. Se ha hablado reiteradamente con SCT y con la empresa, hemos propiciado encuentros entre vecinos y esas instancias para que se atienda el resarcimiento a menaje de casa, se revise de forma estructural las viviendas y se arregle para que no estén con la angustia cada que llueva, porque el temporal va iniciando”.
Ibarra Pedroza afirmó que ha estado en contacto con los vecinos desde la primera inundación y cuestionó la posibilidad propuesta por el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) de que las familias abandonen sus viviendas. “Se dice fácil, pero es natural que la gente esté en su hogar, es su entorno... Yo no creo que esa sea la solución, de decirle a docenas de familia que se vayan durante el temporal de lluvias fuera de su casa, tiene que ver Siteur y SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) la forma de arreglar el problema”, que recordó, se generó por el desvío de colectores por las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, lo que ameritó la clausura de la estación La Normal y una multa por más de un millón de pesos.