Pasaron el huracán “Lorena” y la depresión tropical “Narda”, pero la emergencia no termina, hay fincas llenas de agua y lodo, varias zonas se encuentran encharcadas, hay riesgos del dengue y llega la ayuda, pero sin palas ni picos.
Antonia Franco, secretaria del Ejido José María Morelos, explicó que “la mitad de las casas, del lado izquierdo de la carretera se taparon de agua”.
Confirmó que llegó personal de Protección Civil, pero solo para levantar un censo y “como ellos mismos dijeron, la ayuda llegará después”.
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Hay temor ante una tormenta más que llegaría entre sábado y domingo, cuando hay un canal dañado y personal de Conagua no llega.
Dijo que hay dos escuelas, una guardería y unas 200 casas, donde las personas perdieron todo, además de que “la gente del campo perdió sus plantíos y su ganado, borregos, etcétera”.
Aseguró que las propias autoridades no se dan abasto para realizar el conteo de los daños, “estábamos obteniendo la información de lo que nos dejó Lorena, cuando llegó el otro y se llevó lo poco que nos había quedado”.
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Dijo Antonia Franco que “hicieron confianza” y la afectación es mucho mayor. “Las tuberías de agua potable tronaron, de presidencia quedaron que nos mandarán pipas, para acercar agua a la gente, para iniciar la limpieza de sus casas, porque se vienen las enfermedades por lo sucio”.
Confirmó que el personal que llegó, incluso los militares, llegaron “a la guerra sin fusil” y se ayudaron de las lanchas de los pescadores, algunas sin motor, para llegar a las casas. En una de ellas, la familia tuvo que romper las tejas para llegar al techo y poder ser rescatadas.
Dijo que el canal que se hizo para contener las aguas funcionó con el huracán “Lorena”, pero ahora, a falta de bombas, no resistió.