Sin medidas sanitaria, sin mantas en donde expliquen cómo ingresar y mucho menos sin filtros sanitarios, así operaron desde este lunes algunos parques públicos del Área Metropolitana de Guadalajara y mucho menos quién pida a los usuarios que ingresen con cubrebocas o cheque la capacidad máxima permitida.
Entérate:
En un recorrido por dos de los parques más emblemáticos del Área Metropolitana como es el Agua Azul y Colomos se apreció que en el primero no había vigilancia, mucho menos recomendaciones sobre las medidas de seguridad, en el caso de Colomos había algunos visitantes y hasta personas de la tercera edad.
Algunos usuarios conscientes de la situación de la pandemia de Covid-19 sí se protegían, otros de plano como si anduvieran en la sala de su casa o en el jardín particular, pero ni los trabajadores de estos espacios pedían a los visitantes que aplicaran las medidas de seguridad y sanidad que se recomiendan para estos temas.
De la misma forma al interior del parque se puede observar que faltan mantas o letreros que mencionen las mínimas medidas de prevención de contagios como el usar cubrebocas, tener la llamada sana distancia, evitar el contacto físico, pero tampoco hay tapetes desinfectantes, ni gel antibacterial y mucho menos quién tome la temperatura a los visitantes.
Así entre árboles, animales del parque, pisos llenos de hojas y un olor a tierra mojada por las recientes lluvias, transcurrió el primer día de apertura de los parques públicos como son Agua Azul, González Gallo y Colomos.
Chécalo:
“El parque es pura vida para los deportista y para todos los que necesitan hacer ejercicio, hoy está un poquito golpeado por lo de la tormenta porque normalmente hay árboles caídos, pero ya andan trabajando el personal pero muy a gusto”, señaló el señor Fausto Díaz un visitante del Parque Colomos.
Sobre las medidas de protección personal indicó que él sí las sigue y “cuando se ve a una persona nos ponemos el cubrebocas e inclusive hay veces que no pasan por el mismo lugar que nosotros, en la entrada nos están pidiendo que lo usemos”, mientras comentaba lo anterior un grupo de jóvenes pasó el lugar y no traían cubrebocas.
Pero otros estaban solos o con no más de 20 visitantes para disfrutar del aire fresco que se respira en medio de la maleza y de los árboles que rodean cada metro cuadrado de terreno por donde pasa, algunos disfrutaba de la sombra que producían al cruzarse entre los rayos del sol y el visitante.