Panteón de Belén, de mitos y leyendas

Los visitantes se conglomeran para ser partícipes de los múltiples recorridos por la mañana y en la noche

Elizabeth Ríos / El Occidental

  · jueves 17 de octubre de 2019

Foto. Francisco Rodríguez

Desde su enigmática entrada en aquella calle solitaria a un costado del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, el Panteón de Belén recibe a sus visitantes como mejor merecen; de manera silenciosa e irradiando imponencia por el sinfín de historias que guarda devotamente para aquellos dispuestos a escuchar.

Construido en 1846 como un camposanto y haciéndose llamar en aquellos años como Santa Paula, el Panteón de Belén se ha convertido en un referente cultural de la ciudad, no sólo por sus bien conocidas leyendas sino por su arquitectura e historia, a pesar de que solo operó cerca de 50 años.

A propósito de la temporada, en donde visitantes se conglomeran para ser partícipes de los múltiples recorridos por la mañana y en la noche, los encargados del lugar se preparan para hacer de la visita una experiencia difícil de olvidar, que inicia con una vista al mausoleo central, cuyas tres entradas representan al "reino del padre", el "reino del hijo" y el "reino del espíritu santo", dando así la bienvenida a grandes y chicos.


Foto. Francisco Rodríguez


Fue diseñado por Manuel Gómez Ibarra, y con múltiples simbolismos que evocan la vida, la muerte o la religión, en el imaginario de quienes lo visitan se queda impregnada la historia de Joseph Johnson y Jean Young, una pareja de Escocia que radicó en Guadalajara para dedicarse a la beneficencia y obras de caridad, en una época de hambruna y extrema pobreza.

Juntos, en dos de las gavetas de los pasillos, yacen los cuerpos del matrimonio extranjero, acompañados de diversas ofrendas de visitantes que acuden por ayuda o en agradecimiento.


Te recomendamos:

Un poco más al fondo, se encuentra una gaveta vacía, pero que en nombre alberga a Jesús López Portillo, quien por dos periodos cortos fue gobernador de Jalisco, y a quien le mandaron hacer su nicho cuando enfermó de gravedad por allá de 1890.

No murió sino hasta 11 años después, y aunque sus restos no se encuentran ahí, se le recuerda por ello, y por colaborar durante el mandato de Maximiliano de Habsburgo, y ser padre del escritor José López Portillo y Rojas y bisabuelo del ex presidente José López Portillo y Pacheco.

Como visita obligada se encuentra el "Árbol del vampiro", el cual -se dice- nació de la estaca clavada a un europeo, a quienes pobladores acusaron y asesinaron por drenar la sangre de sus víctimas cuando salía a pasear por las noches. Al jurar venganza, se dice que cuando el árbol caiga el vampiro despertará y desatará su ira contra quienes lo atacaron.

No se puede dejar de lado a "Nachito" cuya tumba, rodeada de juguetes y dulces, está edificada en el exterior porque en vida -y en muerte- le tuvo miedo a la oscuridad; o a Victoria Hurtado, quien por una complicación médica se creyó muerta y fue enterrada viva, siendo encontrada con una mano ensangrentada fuera del ataúd sosteniendo el testamento que dejaba sin dinero a sus desleales hijos.



Con fantasmas como el catrín, que se dice sale todas las noches del mausoleo central para reclamar el alma de un infortunado a quien "Dios salvó", o la sombra del ahorcado que se visualiza a ciertas horas de la tarde junto al tronco del árbol en el que se quitó la vida, el Panteón de Belén es el escenario de incontables historias como de eternos enamorados, piratas codiciosos o médicos benevolentes, que ahora con la cercanía del Día de Muertos cobran mayor vigencia.


Conoce más...

* De martes a sábado abre sus puertas de 10 de la mañana a 2 de la tarde, sin embargo, los recorridos nocturnos se llevan de jueves a sábado de 20:30 a 23:30 horas.

* Por la mañana los recorridos se centran en explicar la arquitectura y sus múltiples simbolismos, mientras que por la noche se extienden las diversas leyendas.

* Por la temporada se realizan varios eventos por la noche. Este viernes 18 y sábado 19 de octubre a las 20:30 horas, se llevará a cabo la obra de teatro “Vampiresa, un monólogo de leyenda”.