Darle un mejor rumbo a la universidad a través del diálogo y los consensos es la principal propuesta que hizo ante el Consejo General De la Universidad de Guadalajara el candidato a rector general Hector Raúl Solís Gadea, quien aseguró que no buscaba persuadir a los integrantes sobre una virtud personal.
En términos generales reconoció que parte de plan de trabajo contempla lo que los otros cuatro candidatos que lo precedieron ya abordaron y con quienes está de acuerdo, por lo que sólo destacó algunos puntos relacionados a “poner el acento en ampliar los consensos en torno a lo que queremos y en torno a los requisitos para lograr eso que queremos, de manera que sean muchos más universitarios los que vean reconocidos en los propósitos que buscamos los órganos de gobierno y las autoridades unipersonales”.
Es por eso que también consideró necesario que se cree una coalición académica, científica, escolar y pedagógica que “nos permita afirmar la pertinencia de nuestra institución y ponerla a tono con lo que nos exige nuestro tiempo”.
De ahí que Solís Gadea dijo que su propuesta se resumía en la sencilla fórmula en do de “hagamos un nuevo pacto, pactemos una suerte de contrato moral” entre todos los integrantes de la comunidad estudiantil, en donde se haga converger la las voluntades de todos los sectores para salir adelante y erradicar las acciones de división o discordia entre todos.
Detalló que actualmente se presentan una serie de retos para la comunidad universitaria como es el caso del cambio climático, la destrucción de los recursos naturales, la desigualdad económica, la exclusión y la pobreza entre otros temas que tienen una directa ingerencia.
Más que una exposición de su plan de trabajo, Héctor Solís habló de los retos y entornos que rodean a la Universidad de Guadalajara y de cómo debe trabajar para adaptarse a ello, pero sobre todo contribuir a modificarlo, de no imitar las acciones de otras universidades pero sí tener mejores prácticas.
En su discurso también abordó el tema relacionado al proceso electoral del 2018 en donde “se hizo presencia de un mandato para superar las últimas tres o cuatro décadas que nos trajeron mayor desigualdad, pobreza, violencia, falta de crecimiento económico y un debilitamiento del Estafo para impartir justicia, regular la economía y promover el bienestar de los mexicanos”.
Ante este escenario dijo que la universidad está ante un escenario similar al de 1989 en donde se reformó, por eso ante una situación de una crisis más profunda, es el factor que le debe de mover a renovarse para mantener vigente los cambios hechos hace casi tres décadas, por eso insiste en la conformación de un pacto moral entre la comunidad universitaria y en el cual converja la tolerancia y aceptación de las diferencias, el respeto a la legalidad, el cumplimiento de los compromisos.
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Los puntos en los que debe girar ese pacto deben ser el respeto al código de ética de la universidad, hacer crecer la matrícula acompañada de criterios de calidad; respeto a la legalidad institucional, modernización normativa y procesos administrativos.
Así como respeto al trabajo colegiado, fortalecer la identidad universitaria, aplicar acciones de austeridad, transparencia, rendición de cuentas y Combate al patrimonialismo burocrático; promoción de la salud física y mental de la comunidad universitaria y la construcción de infraestructura física digna.
Al ser cuestionado por los integrantes del Consejo Universitario sobre los temas de la Reforma Educativa y el Sistema de Justicia Penal Adversarial señaló que en el segundo tema se deben de revisar las fallas en el debido proceso, y en la reforma educativa, de la cual dijo que se fracasó ya que es un tema complejo de abordar y es necesario generar las condiciones para que todos puedan hacer un mejor desempeño.