Para hacer tortillas, en algunos Estado del país se ha detectado que usan una pequeña porción de maíz revuelta con olote, agua de baja calidad y quien sabe que otros insumos. Las llaman “tortillas piratas”, pero los Grupos Unidos de Industriales de la Masa y la Tortilla consideran que van más allá, puesto que es alimento de la canasta básica elaborado sin los controles necesarios y que pueden poner en riesgo la salud de los consumidores.
Arturo Javier Solano Andalón, dirigente de los empresarios de la masa y la tortilla agrupados, refiere que son más que un comercio con prácticas desleales, sino que incurren en acciones irresponsables por lo que sus fabricantes le ponen, que puede ser todo menos Maseca o maíz.
No se tiene la certeza de las medidas de higiene de elaboración y empaque del producto, dijo, sobre todo en el producto que se distribuye en estas tiendas conocidas como las de barrio o las de la esquina.
Los industriales de este sector consideran que el incremento de los insumos que emplean para producir tortilla pueden ser un elemento que provoque esas prácticas desleales y bajar la calidad de los alimentos ofrecidos.
Van desde mezclar olotes molidos con el maíz o simplemente no usan agua con pureza comprobada.
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Lo que es más, reiteró, la falta de controles evita que en ocasiones se logre saber de qué sitio provienen, más aún cuando los molinos urbanos se han reducido en número.
Durante su visita a Durango, comentó que ese tipo de tortillas las han detectado en esa entidad, pero también en Sinaloa y Coahuila. En Jalisco no se tiene ningún caso detectado.
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