Mientras que el Poder Legislativo de Jalisco busca tipificar como delito la violencia obstétrica y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recientemente emitió una recomendación al IMSS Jalisco por esta causa, el gremio de ginecobstetras se siente discriminado y amenazado.
Las y los médicos especializados en la atención de las mujeres durante el embarazo y el parto advierten que ante el riesgo de sanciones penales se verán obligados a dejar de atender el parto, abandonar la especialidad o bien a aumentar los costos de atención y que las mujeres firmen una carta de consentimiento informado ante posibles demandas.
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Las voces son diversas, hay quienes claman por tipificar la violencia contra las mujeres y personas con capacidad de gestar y otras por una atención materna segura y responsable y porque la legislación clara sin penalizar al personal de salud.
Además las y los especialistas consultados se pronuncian por reforzar la política pública para la atención del embarazo, parto o puerperio en Jalisco con campañas de difusión sobre los derechos y obligaciones tanto de embarazadas y personas gestantes como del profesional de la salud. y otras áreas.
La ginecoobstetra Abril Alatorre definió la violencia obstétrica como una conducta que afecta la dignidad de la mujer que pasa por la etapa del embarazo, parto o puerperio y la vulneración de los derechos humanos sexuales y reproductivos.
Sin embargo a nivel nacional se carece de una homologación de lineamientos que definan que sí es o no violencia obstétrica en un Sistema de Salud Público sin infraestructura, con falta de equipo técnico y personal de salud y hospitales saturado y, por lo contrario, lamentó que al obstetra se coloca como el principal rostro de esta violencia. “El haberle puesto ese término hace como una falacia ad hominem que dice: los obstetras son violentos porque es violencia obstétrica obstetra cuando en realidad la ley dice que cualquier persona del hábito de la salud que se dedique a este tipo de situaciones”.
Una situación que deja al gremio en indefensión: “Esto ya nos deja vulnerables a perder la libertad, tu patrimonio, la familia, tu reputación, tu trabajo. Actualmente la mayoría de los médicos ya no quiere dedicarse a la obstetricia porque es un riesgo latente de demanda”.
Costos asociados a la atención obstetra podrían aumentar
Al ser una profesión de mayor riesgo ante posibles demandas y penalización expuso que los costos asociados a la atención obstetra podrían aumentar la o el obstetra tendrá que adquirir un seguro de responsabilidad profesional y de responsabilidad civil. “Porque tenemos que cubrir posibles demandas y los equipos y las medidas de seguridad necesarias también van a contribuir a mayores costos y van a estar asociados al consentimiento informado”. La información subrayó es esencial en todo momento, explicar los pros y contra que conlleva el proceso del parto y que profesionales interviene como es el anestesiólogo, esto porque en algún momento podría realizar algún procedimiento para salvar la vida de la mujer. Las principales causas de muerte al momento del parto son: hemorragia, sepsis e hipertensión. “Si tú no tienes a una mujer canalizada con su vía periférica para administrar líquidos y sí se requiere sangre antes de que empiece la hemorragia, cuando ya tengas esa crisis y esa emergencia en ese momento va a hacer difícil ponerle una vía y una mujer se te puede desangrar en menos de diez minutos. Ahí evaluar el riesgo y el beneficio”.
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Aunque la relación médico - pacientes puede darse más en el sector salud privado, en los hospitales públicos, la primera vez que un especialista ve a la paciente es en el momento del parto.
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“Para equilibrar la balanza y garantizar que la atención materna sea segura, responsable y sobre todo accesible podríamos considerar: primero, la educación continua, proporcionar educación y formación ética no solo a la obstetricia, a los médicos y al personal de salud”.