A una semana del inicio de las obras en la Avenida Enríquez Díaz de León, las y los vecinos mantienen su inconformidad.
El ruido y el caos vial que se genera entre semana impide el disfrute al derecho al descanso.
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Este domingo, por el silencio de la maquinaria, señaló la señora Jovita con más de siete décadas viviendo en el cruce de Herrera y Cairo se pudo descansar, contrario a lo que fue en la primera semana de la obra.
"Estamos viviendo un ambiente muy ruidoso, aunque te adaptas a los carros el ruido de la maquina es insoportable, a mi me duele la cabeza y no puedo dormir bien".
El proceso de renovación de una de las avenidas principales de la ciudad, tendrá un tiempo de duración de tres meses en una primera etapa.
Mientras otros habitantes, que tiene sus casas por la avenida y tiene varias décadas, mostraron su preocupación de que sufran grietas o afectaciones mayores.