De 303 plantas de tratamiento que existían en el Estado de Jalisco, 80 fueron dadas de baja y de las 223 que permanecen en operación, unas 114 son las que están en un funcionamiento real y tratan el 64 por ciento de las aguas. La mayor parte no están en operación.
La cifra está por arriba de la crisis que se vivió en el año 2018, cuando solo trabajaban 74, 20 menos que el año anterior, cuando funcionaron 94.
Más, sin embargo, la intención es seguir mejorando este proceso en beneficio de la trata de aguas de los respectivos municipios, a quienes se les ha estado respaldando para ponerlas a funcionar o que continúen en funciones.
Fallas mecánicas y eléctricas en su mayor parte, falta de refacciones y la falta de dinero para pagar a la Comisión Federal de Electricidad las tarifas de energía eléctrica, en los menores de los casos, son las que se han presentado.
De acuerdo al conteo realizado por EL OCCIDENTAL nos encontramos con que de las 303 plantas de tratamiento, 80 de plano ya fueron dadas de baja.
Chécalo:
Es decir, quedan 223 y de éstas no están en funcionamiento un total de 76, en algunos municipios la situación es grave puesto que no tienen ni una que más o menos haga el trabajo, es el caso de Mascota, donde de siete, solo una funciona, o en el caso de Tlajomulco, 17 fueron dadas de baja y solo quedan 9 en funcionamiento.
Pero además hay que restar las 17 que en estos momentos se encuentran en etapa de construcción, seis que se están rehabilitando y cuatro más que están en proceso de estabilización.
Habría que descartar otras seis más debido a que se encuentran en una etapa de rehabilitación.
Al final, son 114 las que estarían haciendo la tarea, según la Comisión Estatal del Agua, que sigue con la tarea de poner a funcionar el resto y espera para el 2024 llegar a un total de 138.