Durante el último año, las panificadoras han sido cautelosas desde la compra de insumos, hasta la contratación de personal, porque sus ventas cayeron con la pandemia y para esta Semana Santa esperan recuperar un poco de lo perdido, con la venta de empanadas.
“Aquí en Jalisco hay tres ventas muy fuertes, que son la rosca de Reyes, el pan de muerto y la empanada y la empanada es la venta fuerte para las panificadoras, más cuando están establecidas a la redonda de un templo”, explicó Hugo Salcedo Gómez, presidente de la Sección de Panificación en la Cámara de la Industria Alimenticia de Jalisco (CIAJ).
Tradicionalmente, quienes hacen la conocida como Visita de los Siete Templos, que se remonta al caminar de Jesús de Nazaret por siete puntos, acostumbran comprar empanadas al salir de alguno de los templos y por eso la Semana Santa es una de las fechas más importantes para los panaderos, que en los últimos días han mantenido los hornos encendidos, preparando la variedad de empanadas.
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“Hemos tenido más variedad, juegas con los sabores, con los tamaños, con el tema de azucarar o de ponerle algún tipo de decoración diferente y he visto que en el tema del empaque se está teniendo empuje, para que la decisión de compra favorezca a ese producto”.
Explicó que la panadería tiene tres nichos: puntos de venta, restaurantero o de mayoreo y venta al detalle y desde hace mes y medio que en Jalisco se reabrieron la mayoría de giros, el flujo de personas se estabilizó, con cifras similares a las del 2019, pero en el nicho restaurantero siguen bajas las ventas.
“Aunque están abiertos los restaurantes, los consumos siguen todavía bajos, andan promediando un 70% de los consumos que se tenían antes de la pandemia y si lo englobas en el mercado del pan, nos hace estar todavía abajo, con un 85 o 90% del mercado estabilizado”.
En Jalisco se estima que hay 2 mil 800 panificadoras y se generan alrededor de 150 mil empleos, la mayoría de ellos concentrados en el área metropolitana de Guadalajara.