El Ministerio de Comunicación Social y Relaciones Públicas de la Iglesia de la Luz del Mundo, informó que conforme se vaya superando la contingencia sanitaria por el Covid-19 y lo indiquen las autoridades se reabrirán los templos para la práctica de la fe.
Desde el 17 de marzo del 2020 que, en solidaridad por la situación de salud en el Estado, país y a nivel internacional, no se realizaron las celebraciones presenciales sino virtuales, se pudieron tener más de 9 millones de conexiones de fieles de todos los continentes.
Se han trasmitido 2,390 servicios religiosos en diferentes idiomas.
Se han impartido más de 600 temas de familia y 208 servicios de adoración y alabanza a Dios.
Han participado alrededor de 700 expositores, hombres y mujeres, de más de 30 países, así como de todos los estados de México y la Unión Americana.
Indicó que las reuniones diarias cuentan con el servicio de lenguaje de señas.
Se trasmite diariamente un estudio para la niñez, impartido por 80
profesionales de la educación.
Se han alcanzado más de 9 millones de conexiones provenientes de todos los continentes.
Manifestó el Ministerio de Comunicación y Relaciones Públicas que la Iglesia de la Luz del Mundo en una muestra de solidaridad con la sociedad y atendiendo las directrices de los gobiernos y organismos internacionales de salud, el 17 de marzo de 2020 se suspendieron de manera temporal las reuniones de oración en los templos alrededor del mundo.
Hace un año también, agregó, se comenzaron a trasmitir diariamente "nuestras reuniones religiosas vía internet, a fin de que todos puedan participar del mensaje de la palabra de Dios desde sus hogares".
"Estaremos reabriendo los templos siempre respetando las medidas sanitarias y los porcentajes permitidos por las autoridades en cada lugar, honrando con ello uno de los principios que hemos aprendido del Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, el de ser buenos cristianos para Dios y buenos ciudadanos para el mundo".
Ya que puntualizó: "la práctica de nuestra fe nunca será un pretexto para poner en riesgo a la sociedad, tampoco implica que renunciemos a nuestra aspiración espiritual, ni a la práctica de nuestros principios y valores, sino que aprovechamos esta oportunidad para manifestar que sabemos ejercer nuestras libertades con respeto. Deseamos pronto superemos en todo el mundo esta emergencia de salud".