En México, un 18% de la población urbana en edad productiva sufre algún trastorno del estado de ánimo. Del gasto total en salud, sólo el 2.2% se asignó a salud mental en 2017.
La estigma hacia las enfermedades mentales, la falta de recursos, infraestructura hospitalaria, atención médica especializada en salud mental y la discriminación que sufren las personas con que viven con esta condición, así como la falta de acceso a los medicamentos adecuados, son aspectos que hoy en día obstaculizan la integración a la sociedad de este sector de la población.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, la doctora en psicología social por la UNAM y jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad Nacional Autónoma de México, Dra. María Elena Medina-Mora, brindó un panorama sobre la situación actual de la salud mental en México y planteó soluciones que inciden directamente en la política pública del país.
Chécalo:
A en el evento realizado por Lundbeck, la especialista explicó que la salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, algunos de los cuales se han incrementado en los últimos tiempos.
“En este sentido, lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir las enfermedades, tratar y lograr que los pacientes puedan reintegrarse a la sociedad,” explicó la especialista.
Medina-Mora también hizo hincapié en la necesidad de contar con estadísticas actualizadas de salud mental en México, ya que el último estudio formal con el que se cuenta es la Encuesta Nacional de Salud Mental, realizada en 2001.
Informó que, de acuerdo con la OMS, existen cinco acciones a realizar para mejorar la salud mental en las naciones, como incluir a la salud mental en los programas de salud pública; mejorar la organización de los servicios de salud mental; integrar la salud mental a la atención primaria; aumentar los recursos humanos para la atención de la salud mental, y generar política pública de largo plazo en salud mental.
En el Plan de Acción en Salud Mental 2013-2020 de la OMS se establecen seis principios básicos que deben ser cubiertos en la política pública a favor de la salud mental, tales como cobertura universal, respeto a los derechos humanos, estrategias de intervención basadas en evidencia científica y las mejores prácticas, consideración de las necesidades sociales y de salud en todas las etapas de la vida, trabajo conjunto de diversos sectores, y empoderamiento de los pacientes.