La urticaria crónica espontánea o idiopática (UCE, por sus siglas en español) es una enfermedad que se manifiesta en la piel y sus síntomas tienen un fuerte impacto en la calidad de vida.
Este problema de salud puede ocasionar en las personas depresión, aislamiento social, ansiedad y cambios emocionales por la aparición de ronchas en la cara, genitales, manos, lengua y pies. Además, afecta el ciclo del sueño por la comezón (prurito) nocturna.
La líder del Área Médica de Respiratorio en Novartis, Dra. Lorena González, describe que no es normal tener ronchas por más de seis semanas. “Consulten a un especialista para que puedan recibir un tratamiento a tiempo y eviten la progresión de la enfermedad, factor clave para continuar disfrutando su vida sin los síntomas de esta enfermedad”.
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Al ser una enfermedad progresiva, llama acudir con un especialista: dermatólogo o alergólogo para realizar un diagnóstico temprano, en este se consideran factores desencadenantes, tiempo de evolución, la frecuencia y duración de la roncha, si hay variación durante el día, tarde o noche, entre otras características.
Actualmente se desconoce la causa específica, solo que es una reacción o activación del sistema inmune a un factor con el cual se tuvo contacto, se caracteriza por la aparición espontánea o sin razón aparente, de ronchas, picazón constante, en ocasiones dolor y presencia de líquido. Los síntomas suelen ser recurrentes por seis o más semanas.
Aunque los síntomas se resuelven en 24 horas, se desarrollan nuevas lesiones de forma continua, en diferentes formas y tamaños (desde unos 2 a 3 mm hasta 10 cm o más), ronchas con halo eritematoso y centro pálido, éstas pueden presentarse de forma aislada o asociadas, con comezón intensa, inflamación y dolor quemante que empeora por la tarde y noche.
Hasta el momento, no existe un tratamiento que haya logrado la completa remisión y control de los molestos y graves síntomas de la urticaria, de la forma más rápida y segura posible. La mitad de los pacientes no responden al tratamiento convencional con antihistamínicos, los cuales han provocado en algunos casos urticaria o empeoraron la enfermedad ya existente.
La farmacéutica desarrolló un anticuerpo monoclonal humanizado que disminuye la generación continua de las células secretoras de la inmunoglobulina E (IgE), una sustancia que produce el organismo en reacción a un factor alérgeno. Por lo que, inhibe a los alérgenos y de esta forma la liberación de factores proinflamatorios. Amiento laboral.